Las últimas semanas en Wall Street estuvieron marcadas por la salida a cotización pública de algunos de los más famosos «unicornios» de Estados Unidos.
Nos estamos refiriendo a las IPOs (siglas en inglés de Initial Public Offering, que hace referencia a la oferta pública inicial de acciones) de Lyft (NASDAQ:LYFT), Pinterest (NYSE:PINS) y Zoom, y en breve también tendremos a Uber (NYSE:UBER) y WeWork cotizando en la bolsa.
En general, cuando salen a cotizar compañías tan populares, especialmente ligadas a la tecnología, la euforia invade a los inversores minoristas y todos quieren comprar estas acciones.
Como punto de partida, debemos mencionar que el debut en la bolsa para las tres compañías ha sido muy dispar.
Desde que comenzó a cotizar públicamente, las acciones de Lyft se encuentran más de un 13% abajo de su precio de IPO (72 dólares).
Evolución del precio de Lyft – Gráfico de 30 minutos
En el caso de Pinterest (PINS), el precio de sus títulos se disparó rápidamente (llegó a subir un 85% desde su precio de IPO), pero en los últimos días cayó fuertemente acumulando un 17% desde su máximo.
Evolución del precio de Pinterest – Gráfico de 30 minutos
Por su parte, las acciones de Zoom (ZM) no han dejado de subir cotizando ahora casi un 120% arriba de su precio de IPO (de 36 dólares).
Evolución del precio de Zoom – Gráfico de 30 minutos
Lo que es importante destacar es que el precio de IPO no es el mismo precio con el que las acciones comienzan a cotizar en la bolsa, y que en la práctica hay pocos inversores que pueden acceder a ese precio (en general grandes instituciones).
Para una mejor referencia, el precio con el que comenzaron a cotizar los títulos de Lyft fue de 87,24 dólares, Pinterest 23,75, y Zoom 65.
Ahora bien, si hay algo que tienen en común estas compañías, es que todas pierden dinero de manera sistemática.
Solo a modo de ejemplo, debajo podemos ver el caso de Uber, quien ha dicho que no sabe si alguna vez podrá ser rentable:
En general, estas firmas tienen buenas ideas, grandes conceptos, traen un muchos casos una mejora para la vida de sus usuarios, pero son verdaderas máquinas de perder dinero.
La razón del fenómeno que ha posibilitado su existencia -y subsistencia todos estos años- ha sido el virus de las tasas de interés en cero con el que los bancos centrales de los principales países han infectado el mundo (algo de lo que hemos venido hablando el último tiempo).
Cuando hay dinero barato, se le presta prácticamente a cualquiera para hacer cualquier cosa. Basta al respecto ver los siguientes gráficos.
Por un lado. el nivel de inversiones de venture capital está en cifras récord desde la burbuja de las punto com.
Por otra parte, también es récord la cantidad de empresas que salen a cotizar en bolsa con pérdidas.
Si bien es imposible predecir el precio de las acciones de estas compañías en el corto plazo (aunque podemos esperar una alta volatilidad), lo cierto es que tarde o temprano el precio de sus títulos está condenado a ir a cero si no encuentran una manera de ser rentables.
Para terminar, y a modo de conclusión, nos gustaría recordarles algo que dijimos hace poco en una nota sobre WeWork: no basta sólo con tener una idea innovadora. Las empresas hacen negocios para ganar dinero. Las que no lo logran, tarde o temprano están condenadas a desaparecer.