La inflación se moderó a 0.3%a/a por la caída de los precios energéticos
La inflación subyacente subió ligeramente de 0.8%a/a en julio a 0.9%a/a
Se acentúan las presiones deflacionarias en España e Italia, mientras que la inflación se mantiene estable en Alemania
La muy baja inflación sigue ejerciendo presión sobre el Banco Central Europeo aunque no esperamos detone una acción adicional en agosto
La inflación se moderó a 0.3%a/a por la caída de los precios energéticos. Según el reporte preliminar de Eurostat, el IPCA presentó una variación anual de 0.3% en agosto, el nivel más bajo desde octubre de 2009, frente a 0.4% el mes anterior. Por su parte, la inflación subyacente mostró un ligero repunte a 0.9%a/a desde 0.8%a/a previo. La principal causa de la moderación fue la caída de los precios energéticos (-2.0%a/a vs -1.0%a/a en julio). Los precios de alimentos, alcohol y tabaco también mostraron debilidad al declinar 0.3%a/a, misma tasa observada el mes previo. En tanto, la inflación de los servicios mostró una variación anual de 1.2%, ligeramente menor al 1.3% del mes previo, mientras que los precios de bienes industriales no energéticos avanzaron ligeramente a un ritmo de 0.3%a/a desde un avance nulo el mes anterior. En nuestra opinión, la inflación se mantendrá muy abajo de 1% en los próximos trimestres.
Se acentúan las presiones deflacionarias en España e Italia, mientras que la inflación se mantiene estable en Alemania. En las principales economías de la Eurozona, las presiones a la baja provinieron de la caída de los precios energéticos y de alimentos. En España, la inflación disminuyó hasta -0.5%a/a en agosto, un nuevo mínimo desde 2009, frente a -0.3ª/a% el mes anterior. En Italia, la inflación registró una variación de -0.2%a/a desde una variación nula el mes previo. En tanto, en Alemania, los precios al consumidor presentaron una variación de 0.8%a/a, sin cambios respecto al nivel observado el mes anterior.
La muy baja inflación sigue ejerciendo presión sobre el Banco Central Europeo. Consideramos que el ECB no añadirá nuevos estímulos en la reunión de la próxima semana, aunque reconocemos que los riesgos se han incrementado, y no descartamos la posibilidad de un anuncio de nuevas acciones en la reunión de octubre. Las razones atrás de nuestra expectativa son: (1) Creemos que la autoridad monetaria se esperará a conocer el impacto en la economía de las operaciones de liquidez TLTROs (la primera se llevará a cabo el 18 de septiembre); (2) para la reunión de octubre ya conoceremos los nuevos estimados de inflación del Comité, así como el dato de inflación de septiembre y su impacto sobre las expectativas de inflación.
En este contexto, consideramos que el presidente Draghi mantendrá un tono muy dovish (preocupado por el crecimiento y el riesgo de deflación) en su conferencia de prensa tras la reunión, y dejará la puerta abierta a la implementación de nuevas medidas en caso de ser necesario si se prolonga la baja inflación y se ve un deterioro de las expectativas de inflación, o si se agudiza la desaceleración de la actividad económica. Los instrumentos que están sobre la mesa son: (1) Baja en la tasa refi (probablemente en 10pb para ubicarla en 0.05%); (2) posible implementación (cada vez más probable) de un programa de compra de activos ABS, el cual podría anunciarse en diciembre; y (3) poner en marcha un programa soberano de quantitative easing (QE) el próximo año, lo cual también luce cada vez más probable.