Esperamos que para el resto del año, el tipo de cambio siga muy influido por un próximo anuncio de tapering por parte de la FED, lo que podría presionar a la moneda mexicana.
El tema de presiones en precios de energéticos hacia el invierno presiona las expectativas de inflación y puede influir en la percepción de salida de estímulos monetarios de la FED, apreciando al dólar respecto a la mayoría de las monedas y con ello el peso mexicano.
Los riesgos internos que puedan afectar a la moneda mexicana han disminuido este año, pero pueden intensificarse con la discusión en el Congreso sobre la Reforma Energética.