- Con cifras reales, el Indicador General de Confianza pasó de 46.3 puntos a 46.7.
- El nivel alcanzado es el tercero más elevado de los últimos 20 años.
- Varios de los elementos más vinculados a las cifras reales de consumo mejoraron.
Las implicaciones para las expectativas de crecimiento son positivas
En México, la Confianza del Consumidor ha dado señales alentadoras para el tercer trimestre, pues a pesar de que las estadísticas ya habían mostrado fortaleza en los meses previos hubo una mejora notable durante agosto. Con cifras reales, el indicador general pasó de 46.3 puntos a 46.7, sumando así su sexto mes consecutivo de avances y posicionándose en el tercer mejor nivel de los últimos 20 años. En particular, fueron los rubros de percepción del país -tanto actual (+1.1 puntos) como futura (+0.8)- los que más subieron, pero todos tuvieron variaciones positivas, lo que eleva el potencial del impacto que el dato pueda tener sobre los resultados que se presentarán en algunas semanas para la actividad económica y el consumo. De esta manera, aunque la información que tenemos sobre agosto es limitada, las primeras observaciones han dado sorpresas positivas y no descartamos que el veloz crecimiento que se ha presentado la primera mitad del año se mantenga constante en la segunda.
El indicador se ubica en su tercer mejor nivel de los últimos 20 años
Más allá de lo mencionado, nuestra perspectiva de optimismo se fundamenta en los indicadores complementarios, pues varios de ellos tienen una relación directa con rubros específicos del consumo y se vieron mejor que los resultados generales de la confianza. Para muestra, lo sucedido con el componente de posibilidades de compra de ropa, zapatos y alimentos, que fue el de mejor desempeño al subir en 2.95 unidades y llegar hasta los 42.8 puntos, un nivel que no se había visto antes en el registro histórico. Como en otras ocasiones, es necesario resaltar que más que el puntaje absoluto, las variaciones pronunciadas son las que suelen estar relacionadas con movimientos en las variables reales, por lo que el alza mencionada es una buena noticia para el consumo básico. Además de este, también destacaron los componentes asociados a las posibilidades de ahorro (+2.7), de percepción del mercado laboral (+2.4) y de posibilidades para salir de vacaciones (+1.3).
¿Qué esperar?
En breve, el dato de Confianza del Consumidor podría ser un aviso temprano de la necesidad de realizar nuevos ajustes al alza en las expectativas de crecimiento. Como pilar de la demanda interna, contar con vitalidad en el consumo privado es algo necesario para que las elevadas cifras de crecimiento que hemos observado sean sostenibles más allá de la etapa de recuperación postpandemia. El dato de agosto apunta en esa dirección y ayudará a mitigar las siempre presentes preocupaciones sobre la desaceleración en la tendencia. A ello hay que agregar los resultados de las ventas de vehículos internos para agosto que también se dieron a conocer hoy y que con un incremento anual de 23.8% son la segunda pieza del optimismo que se empieza a arraigar en torno al devenir de la economía mexicana.