Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
A medida que el segundo trimestre se acerca a su fin, reflexionamos sobre las ganancias de acciones y divisas. Aunque la pandemia del COVID-19 dejó cicatrices en los mercados al final del primer trimestre, la recuperación ha sido el tema principal del segundo trimestre. Los países entraron en cuarentena en febrero y marzo y comenzaron a aliviar esas restricciones en mayo y junio. En cuanto a los inversores, los consumidores y los bancos centrales, el miedo y el pánico dieron paso al optimismo. El Dow Jones de Industriales ganó un 15% en los últimos tres meses, mientras que el NASDAQ subió un enorme 28% hasta registrar máximos históricos. Los mercados de todo el mundo se recuperaron, observándose repuntes de dos dígitos en el DAX, Nikkei, SPX y TSX. Las monedas beta principales de riesgo como el euro y los dólares australiano y neozelandés ofrecieron una actuación particularmente buena, registrando las divisas australiana y neozelandesa máximos de varios meses. Los flujos de refugio seguro se calmaron debilitándose el dólar estadounidense con respecto a las demás monedas principales en el segundo trimestre.
Sin embargo, al comenzar el tercer trimestre, las mareas están cambiando y el miedo está regresando. Las ganancias del segundo trimestre ofrecen una fría comodidad en tiempos inciertos. El Gobierno de Estados Unidos está perdiendo la batalla contra la pandemia del coronavirus, pues algunos de los estados más poblados informan de alarmantes aumentos en el número de casos. Muchos gobernadores han pausado o revertido las medidas de reapertura y el impacto económico podría ser considerable si se alarga más. La recuperación podría desacelerarse drásticamente al ir volviendo los estadounidenses al confinamiento. Estados Unidos no es el único que experimenta nuevos brotes. Australia ha impuesto una estricta cuarentena de cuatro semanas en 10 áreas de Melbourne, su segundo estado más poblado. El Gobierno ha anunciado multas para cualquier persona que salga de sus hogares por cualquier actividad que no se considere esencial. Otros estados de Australia también han prohibido viajar desde la región de Victoria. El dólar australiano ha revertido las ganancias anteriores y desciende considerablemente como resultado. Estados Unidos podría seguir en primera oleada, pero los temores de la segunda oleada llegan a otros países. A menos que los Gobiernos tomen las medidas necesarias para controlar el virus rápidamente, el crecimiento registrado al final del segundo trimestre podría desaparecer rápidamente.
Los inversores continuaron comprando dólares estadounidenses antes del informe preliminar de empleo no agrícola del jueves. Los economistas esperan que se haya producido un mayor crecimiento del empleo, pero la tasa de desempleo podría revisarse al alza o empeorar. La confianza de los consumidores repuntó en junio, pero todo el mundo sabe que la confianza de Estados Unidos se está viendo lastrada por el aumento de los casos de COVID-19. El índice PMI manufacturero de Chicago repuntó menos de lo esperado desde mínimos de 38 años. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin han comparecido ante el Congreso hoy. Sus declaraciones fueron relativamente optimistas; Powell ha dicho que Estados Unidos ha entrado en su nueva fase antes de lo esperado y los últimos datos ofrecen indicios positivos. Mnuchin dijo que la Casa Blanca y el Senado están trabajando en más medidas de alivio financiero para finales del próximo mes.
Los datos de ADP y Challenger se publican mañana, y la atención se centrará rápidamente en el informe de empleo no agrícola. Las actas del FOMC de junio también están pendientes de publicación: la liquidez del banco central es el único factor que impulsa el mercado.
La aversión al riesgo ha hecho que el euro y la libra bajen frente al dólar hoy. Según los últimos informes, la Eurozona ha evitado la deflación en junio. Tras caer un 0,1% en mayo, los precios al consumo repuntaron un 0,3% en junio. Los inversores ignoraron este dato, que ya había sido adelantado por el IPC alemán de ayer y, lo que es más importante, tiene un impacto cero en la política monetaria del BCE a corto plazo. El repunte del IPC no animará al Banco Central Europeo a considerar una subida de los tipos de interés. El crecimiento del PIB del Reino Unido se revisó a la baja en el segundo trimestre del -2% al -2,2%. El consumo privado fue más débil de lo inicialmente estimado, descendiendo un 2,9%, frente al descenso del 1,7% anterior.
El dólar canadiense ni se ha inmutado ante las cifras mejores de lo esperado, porque con un -11,6%, la contracción en abril fue profunda, incluso aunque supere el pronóstico del -12%. La aversión al riesgo y los datos mixtos han sometido al dólar neozelandés a una gran presión. La confianza empresarial se revisó a la baja en junio, mientras que las perspectivas en cuanto a la actividad se revisaron al alza. Los PMI de China también mejoraron el mes pasado.