El gigante tecnológico Google (NASDAQ:GOOGL) ha experimentado un ascenso meteórico en el mercado bursátil, alcanzando nuevos máximos históricos. Después de meses de intentos por superar la barrera de los 185 dólares, finalmente lo logró en diciembre, impulsado por una serie de factores que han infundido optimismo en los inversores.
Uno de los catalizadores clave de este crecimiento ha sido la resolución inminente de un caso antimonopolio que pesaba sobre la compañía. Con la elección de un nuevo comisionado federal de Comercio más favorable a las grandes tecnológicas, se espera que este proceso llegue a su fin, despejando el camino para un futuro más estable y predecible para Google.
Paralelamente, las expectativas de una política monetaria más flexible por parte de la Reserva Federal han favorecido a las acciones tecnológicas en general. La posibilidad de recortes en las tasas de interés ha estimulado la inversión en este sector, ya que reduce los costos de endeudamiento y fomenta el crecimiento económico.
Sin embargo, como suele ocurrir después de fuertes subidas, se espera una cierta consolidación en el precio de las acciones de Google. Los analistas prevén un retroceso temporal hasta los 192 dólares, antes de continuar con la tendencia alcista.
Esta corrección podría ofrecer una oportunidad de compra para aquellos inversores que deseen posicionarse en esta compañía.