Wall Street salvó la jornada en un día volátil. La sesión inició con subidas, pero la alegría duró poco tiempo. Pronto cayeron a terreno negativo y allí se mantuvieron hasta el último tramo de la sesión, cuando repuntaron y lograron mantener las ganancias, aunque en el caso del Dow 30 por los pelos. El petróleo, que la semana pasada logró repuntar por primera vez en dos meses, regresó a su senda descendente. Al cierre de la sesión, el WTI se despeñaba un 4.7% para acabar en los 46.39 dólares en tanto el Brent perdía un 1.5% y concluía en los 48.10 dólares. La inestabilidad de los mercados bursátiles y el derrumbe petrolero llevó los capitales de nuevo a los bonos de largo plazo de Estados Unidos: la tasa del bono de 30 años, en 2.38%, se acercaba de nuevo a su mínimo histórico en tanto la tasa de 10 años acababa en 1.79%.
Entre tanto, Wall Street lograba salvar la jornada. El Dow Jones se apreciaba apenas un 0.02% y es el que más apurado concluyó, en los 17,515.23 pts en tanto el Nasdaq era el mejor índice al trepar un 0.44% y acabar en los 4,654.85 pts. El S&P 500 ascendía un 0.15% y terminaba en los 2,022.55 pts.
El único dato del día fue la confianza de los constructores NAHB para enero, la cual se situó en 57, sin cambios respecto a la lectura de diciembre. El consenso estimaba que repuntara a 58.
Los reportes corporativos tampoco salieron bien. Baker Hughes, que ha venido cerrando pozos petroleros, dijo que tendrá que bajar las persianas a alguno más durante el primer trimestre del año y que, en consecuencia, despedirá a 7,000 trabajadores. La acción, que ganó un 1.2% en la sesión, pierde un 1.56% en el “after hours”. Johnson & Johnson en la sesión bajaba un 2.6% tras reportar peor de lo esperado debido a que con la apreciación del dólar, recibió menos dólares con la repatriación de capitales de países foráneos.
IBM reportó al cierre, y aunque sus beneficios superaron al consenso, falló con las centas. La empresa es castigada un 2.2% en el “after hours”.
Sin embargo, el sector tecnológico fue el que más brilló y compensó el declive de las petroleras y las empresas que defraudaron con sus números. Yahoo! (+2.5%) y Apple Inc (NASDAQ:AAPL) (+2.6%) estuvieron entre las ganadoras. También Netflix, que se dispara un 14.63% en el “after hours” tras haber avanzado un 3.4% en la sesión ordinaria. Sus ingresos, de 1,483 millones de dólares, vinieron cerca de lo pronosticado, pero supone una fuerte mejora respecto a los 962 millones de dólares reportados hace un año. Las utilidades por acción fueron de 72 centavos comparado con los 45 del consenso. Durante el 2014, la empresa registró 13.0 nuevos miembros, un récord, frente a los 11.1 millones del 2013. Ahora mismo, la empresa cuenta con 57.4 millones de suscriptores.
En las noticias, el IMF recortó el crecimiento mundial para este año y el año que viene. Salvo Estados Unidos, el panorama de crecimiento es peor de lo inicialmente previsto en casi todas las regiones. Para este año, la economía crecerá un 3.5% y para el año que viene un 3.7%. En ambos casos, el pronóstico se recortó en 0.3 puntos porcentuales. China, por otro lado, registró su peor crecimiento anual desde 1990: su economía se expandió un 7.4% el año pasado, defraudando el pronóstico del gobierno de 7.5%.
Sin embargo, los ojos están puestos en Europa, donde el jueves habrá reunión de política monetaria con la expectativa de que anuncie un agresivo programa de compra de activos, al tiempo que el domingo se celebran elecciones en Grecia. Una semana complicada en el Viejo Continente, donde al menos hoy imperó el optimismo. El IBEX 35 subió un 1.2%, el Cac-40 de París otro 1.2% y la bolsa de Milán un 0.9%. Sólo el Dax de Francfort tuvo un comportamiento comedido (+0.1%).
Para mañana, la agenda económica incluye los inicios de casas y permisos de construcción para el mes de diciembre, además del dato semanal de solicitudes de hipotecas. En los reportes corporativos, mañana antes de la apertura contaremos con los números de UnitedHealth, US Bancorp y TD Ameritrade. Pero sobre todo mañana es la víspera de la reunión del BCE: habrá nerviosismo y cautela.