A pesar de los indicios de sólida fortaleza económica de Estados Unidos después de que el informe de empleo no agrícola del viernes superara las expectativas y el componente salarial del informe mostrara un incremento de más del 3% por primera vez desde 2009, los inversores de capital parecen haberse puesto nerviosos.
Más desconcertante aun es que, con el 75% de los informes de resultados ya publicados, y a pesar de los monstruosos resultados en máximos de varios años, las acciones siguen vendiéndose. A juzgar por la paliza propinada el viernes a las acciones de Apple (NASDAQ:AAPL), a pesar de superar estimaciones ingresos y BPA, las acciones se venden de forma masiva debido a la desilusión de los inversores a causa de las pesimistas previsiones y el cambio en la forma de anunciar su desglose de facturación.
Las poco alentadoras previsiones son resultado de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. La historia del mercado indica que una guerra comercial continuada podría reducir o incluso frenar por completo el crecimiento.
No ha habido ningún indicio de esto hasta ahora. Sin embargo, el S&P 500 se ha visto en problemas. Si los inversores están sacando las cosas de quicio, operando en función de la confianza en lugar de en función de los fundamentales económicos y bursátiles, a lo mejor también exageran un poco los ejecutivos de las empresas rebajando tanto sus previsiones.
Aun así, desde un punto de vista técnico, la oferta ha superado la demanda y podría seguir haciéndolo en el medio plazo.
La semana pasada, el S&P 500 puso fin a un repunte de tres días para cerrar la semana a la baja. La venta masiva del viernes puede haber señalado el fin de un movimiento de retorno después de la culminación de una bandera bajista ascendente (líneas rojas). La supuesta mecánica de esa medida es la de un estrangulamiento de posiciones cortas seguido de una recogida de beneficios. La resistencia por debajo de la bandera completada sugiere que la caída anterior se repetirá.
La resistencia también ha resultado estar casualmente por debajo de la línea de tendencia alcista rota desde la corrección de febrero de 2016. Finalmente, el DMA 200 también resultará estar en el mismo nivel de precio. Esta triple resistencia no hace más que añadir capas de presión de venta. También confirma la importancia de este nivel como un punto fundamental en el equilibrio de la oferta y la demanda.
Mientras los traders evalúan el movimiento anterior, o el asta de la bandera, nuestro objetivo es más conservador. Por lo tanto, sólo incluye la caída dos días antes del cuerpo de la bandera. Los dos días anteriores fueron la consolidación, en la que los vendedores podrían haber ya retirado sus ganancias tras el descenso anterior de tres días, no siendo necesariamente parte de este proceso.
Estrategias de trading – configuración de la posición corta
Los traders conservadores no deberían operar contra la tendencia a largo plazo, que aun continua desde el año 2009.
Los traders moderados podrían posicionarse en corto, pues la tendencia a medio plazo es a la baja. Podrían reducir el riesgo a la espera de un repunte, que acercaría más el precio al nivel de resistencia, por encima del cual colocarían su orden de minimización de pérdidas.
Ejemplo de operación:
Entrada: 2.750
Orden de minimización de pérdidas: 2.765, por encima de del DMA200
Riesgo: 15 puntos
Objetivo: 2.650, por encima del mínimo del lunes pasado.
Recompensa: 100 puntos
Relación riesgo-recompensa: 1:7
Los traders agresivos podrían posicionarse en corto inmediatamente, en lugar de esperar para un repunte, por si no hay ninguno.
Ejemplo de operación:
Entrada: 2.725
Orden de minimización de pérdidas: 2.740
Riesgo: 15 puntos
Objetivo: 2.625, por encima del mínimo del lunes pasado
Recompensa: 100 puntos
Relación riesgo-recompensa: 1:7