Persiste el debate de hacia dónde se dirige el petróleo ahora. Los fundamentos de las materias primas son turbios ahora mismo.
El petróleo podría descender si el límite de producción de la OPEP se revierte esta semana en Viena y se inundan los mercados de suministro adicional. Por otro lado, podrían reanudar su tendencia alcista por encima de 70 USD si el crecimiento económico mundial se ve fortalecido o las sanciones económicas de Estados Unidos contra Irán y la continua agitación en Venezuela lastran el suministro.
Los analistas de Goldman Sachs creen que los precios subirán hasta 80 USD. Basan esta afirmación en las previsiones de descenso de las reservas por el equilibrio global de la oferta y la demanda, a pesar de la OPEP.
Sin embargo, el Wall Street Journal publicó ayer un artículo cuyo título rezaba: "Ignoremos el drama de la OPEC, llega más petróleo”. El escrito destaca el siguiente punto crítico:
".. .Los inversores que están posicionándose en largo a la espera de una división no han entendido la historia del cártel y el estado actual del mercado del petróleo”.
Rusia, productor no miembro de la OPEP, se ha puesto del lado de Arabia Saudí en cuanto a impulsar la producción entre 300.000 y 600.000 barriles al día.
El repunte del precio de ayer se basó únicamente en las expectativas de los traders de que los disidentes ganarían la partida, limitando el aumento.
El diario cree que los precios subirán de todas formas, basándose en la teoría de juego y en la historia. Arabia Saudí y Rusia producen cinco veces lo que pueden producir Irán o Iraq y 15 veces más que Venezuela, ya que su industria petrolera se encuentra sumida en el caos. En definitiva, nadie está en condiciones de detener a Arabia Saudí y Rusia.
Sin embargo, el análisis técnico nos dice que el equilibrio de la oferta y la demanda indica que los precios seguirán bajando.
Cuando se habla de tendencia, es necesario establecer primero que el lenguaje utilizado es claro. ¿De qué tendencia hablamos? En el caso del petróleo, hay varias tendencias que ocurren al mismo tiempo. Además, van en direcciones potencialmente diferentes, según su marco de tiempo.
Mientras que la tendencia a largo plazo desde finales de febrero de 2016, así como desde junio de 2017, es al alza, la tendencia desde febrero no está tan clara. La tendencia desde mayo está descendiendo claramente.
Tras haber aceptado este debate utilizando las mismas tendencias, tenemos que establecer reglas para lo que constituye una tendencia, a fin de no comparar peras con manzanas. En el análisis técnico, se define una tendencia por la dirección de sus picos y valles. Cuando éstos suben, también lo hace la tendencia; cuando caen, es una tendencia bajista.
Los patrones son interrupciones de tendencia que indican una reanudación de la tendencia predominante o una reversión.
El martes pasado, ya pronosticamos que se completaría una bandera bajista espalda con espalda, indicando una reanudación de la tendencia bajista misma desde el 22 de mayo, en menos de 73 USD. La bandera se convirtió en la línea de tendencia alcista desde el 11 de febrero, pues ambas tendencias colisionaron. La compleción de la bandera proporcionó la victoria a la tendencia bajista a corto plazo.
La próxima lucha será en la línea de tendencia alcista desde junio de 2017, 60 USD en el ángulo actual, alrededor del objetivo mismo de cada indicador individual. Eso señala el nivel de 60 USD como mayor punto de presión actual de la oferta y la demanda.
Para los traders, el detonante técnico más importante es que el movimiento de retorno a la segunda bandera ha sido completo y llevado a término con éxito, como lo demuestra la resistencia ofrecida por el patrón. Esto ofrece una breve oportunidad, basándonos en nuestro post anterior sobre el tema.