Según llegaba septiembre a su fin, el índice S&P 500 registraba pérdidas de un 4,7% en términos mensuales, su peor descenso en el mismo período desde 2015, cuando el índice perdió un 5,1% de su valor. Sin embargo, cuando el índice de referencia registró mínimos en 3.209,45, exactamente hace una semana, cayó la friolera de un 8,3%, camino entonces de sus peores resultados desde las pérdidas del 8,6% de septiembre de 2011.
Una abrupta comprensión por parte de los inversores de que las acciones de empresas tecnológicas de megacapitalización estaban sobrevaloradas —que provocó una comparación con la burbuja de las puntocom— hizo descender las acciones tecnológicas de altos vuelos, lastrando el índice en general. Sin embargo, las mismas empresas tecnológicas que arrastraron los índices de referencia a una crisis de repente eran gangas en sus niveles más bajos, lo que parecía justificar que los precios volvieran a subir. Contribuyen a la presión del mercado las esperanzas ahora-sí-ahora-no de las ayudas económicas para la pandemia en Estados Unidos, aunque han vuelto a aumentar las posibilidades de que eso ocurra.
Sin embargo, aunque es verdad que el S&P 500 subió ayer por cuarta jornada consecutiva de las últimas cinco, el índice de referencia cerró bien apartado de sus máximos después de que Mnuchin dijera que aún no había un acuerdo definitivo.
El pronóstico de los traders, sin embargo, no está proyectando optimismo alguno en que este acuerdo vaya a materializarse realmente. Los técnicos proyectados por el precio y su patrón de negociación indican que el índice apunta a la baja.
Como hemos mencionado anteriormente, el avance de ayer terminó bien lejos de máximos intradía. Lo hizo después de intentar romper una bandera ascendente, bajista después de la caída del 7% en sólo tres jornadas del 3 al 8 de septiembre. Ayer fue el tercer día que el precio descendía más allá de la parte inferior de este patrón bajista.
La MMD 50 convergiendo con el punto más bajo de la bandera subraya que es un punto de presión técnico, donde se encuentran la oferta y la demanda. El patrón de trading del miércoles desarrolló una estrella fugaz, una vela con una sombra superior larga, que traza cómo los bajistas hacen retroceder a os alcistas, un indicador bajista.
Combinado, todo esto aumenta las probabilidades de que el actual repunte esté perdiendo fuelle. La mecánica del mercado, un movimiento de retorno tras un repunte, tras la primera caída explosiva, a medida que la demanda se agotaba dentro del patrón de continuación, permite que la oferta se desplome cuando los vendedores corrieron a encontrar nuevos compradores dispuestos, a precios más bajos. El movimiento de retorno vino seguramente impulsado por una posición corta, junto con compradores en las caídas en corto, agravada por las esperanzas de los alcistas.
Ahora que los técnicos de este movimiento han sido eliminados, la resistencia en la parte inferior de la bandera sugiere que las posiciones continuarán desarrollándose a lo largo de la dinámica del mercado, tal vez dando por hecho prematuramente el siempre inalcanzable paquete de estímulo.
Estrategias de trading – Posición corta
Los traders conservadores esperarían posicionados en corto hasta el siguiente valle, estableciendo una formación descendente de pico-valle, independiente de la tendencia alcista anterior.
Los traders moderados podrían arriesgarse a posicionarse en corto tras un cierre por debajo del clúster de precios de esta semana, lo que indicaría que la demanda se ha agotado, dejando que la oferta se desplome aún más.
Los traders agresivos podrían posicionarse en corto ya, después de que los alcistas no consiguieran ayer abordar la bandera, incluso después de atravesarla en términos intradía, haciéndola retroceder, siempre que tengan un plan de trading al que se vayan a ceñir. Aquí tenemos un ejemplo:
Ejemplo de operación
- Entrada: 3.365
- Orden de minimización de pérdidas: 3.400
- Riesgo: 35 puntos
- Objetivo: 3.225
- Recompensa: 140
- Relación riesgo-recompensa: 1:4