En el momento de la publicación, el cobre ha bajado un 2.5% en lo que va de año, tras alcanzar un nuevo máximo histórico a principios de marzo. Esto podría sorprender a los inversionistas que dejaron de seguir el mercado del metal rojo después de que el optimismo sobre la economía de China, hace apenas 15 meses, llevara al metal a un máximo de la década de 4.713 dólares en 2021.
Sin embargo, actualmente la segunda economía del mundo -un importante usuario de cobre importado- parece ir en picada. La economía del país asiático se está contrayendo, acosada por una serie de problemas que incluyen los continuos bloqueos por COVID y lo que muchos creen que es un endeudamiento sin precedentes.
Cuando el cobre alcanzó un récord hace apenas un año, muchos inversionistas se lanzaron a por esta materia prima asumiendo que sería una cobertura contra la inflación mientras apostaban por una recuperación económica mundial. Ahora, por supuesto, el panorama es algo diferente.
El metal ha bajado un 12.2% desde su máximo histórico del 7 de marzo. Peor aún, el cobre ha caído un 16% desde el mínimo del 12 de mayo, a poca distancia de la marca del -20% que indicaría un mercado bajista.
Si cree que el reciente rebote del precio significa que el cobre está ahora en alza, eche un vistazo al gráfico diario.
El precio ha caído por debajo de su promedio diario de 200 días. Desde que esto ocurrió, el propio promedio móvil comenzó a caer también. Al mismo tiempo, el promedio móvil de 50 ha ido cayendo hacia el de 100, que también está cayendo, y amenaza con cruzarlo.
El precio se desplomó un 9% en una semana, por segunda vez consecutiva desde abril. Consideramos que el reciente rebote forma parte de una formación de Bandera Creciente.
La caída inicial es el asta de la bandera, y la congestión ascendente es su cuerpo. La hipótesis de una subida tan abarrotada después de una fuerte caída es que el reciente avance no es una señal alcista, sino que los operadores cubren las posiciones cortas tras una ganancia inesperada.
Es de suponer que la razón por la que el precio no está subiendo tan bruscamente como bajó es que otros operadores, que se perdieron el último tramo a la baja, se arrepienten de su anterior indecisión -o de su decisión errónea si compraron- y ahora están decididos a no perder otra oportunidad semejante (si es que tienen razón).
Una ruptura a la baja demostraría que la oferta (de nuevos bajistas) ahogó la demanda (de los antiguos bajistas, que cubren los cortos) y que los vendedores están dispuestos a encontrar nuevos compradores a precios más bajos. Se espera que ese movimiento cree un efecto dominó, que incluye un desencadenante para que los viejos alcistas vuelvan a entrar y detengan a los alcistas obstinados con el fin de atraer a más bajistas.
Si el patrón se completa, implicará un objetivo que repita la bajada del Asta de la Bandera desde el punto de ruptura. Por lo tanto, si la ruptura se produce en torno a 4.3000, el descenso mínimo esperado sería 4.3000 (punto de ruptura) -0.4030 (movimiento esperado), con el precio dirigiéndose a 3.8970.
Sin embargo, si el precio llega a ese nivel, se desencadenaría otra pauta comercial, visible en el gráfico semanal.
A través de la vista más amplia, está claro que el asta de la bandera penetró en la parte inferior de un canal ascendente desde el máximo histórico de mayo. El cuerpo ascendente de la bandera se enfrenta a una resistencia desde abajo, según el principio técnico de que se espera que el soporte roto se convierta en resistencia.
Además, podríamos estar asistiendo a la formación de un Doble Techo desde el máximo de mayo de 2021, por encima de cuya línea de cuello saltó el precio, con la ayuda del promedio móvil de 100 semanas. El promedio móvil de 50 semanas se está realineando con la parte inferior del Canal de Subida, ya que ambos promedios móviles aprietan al precio, obligándolo a elegir una dirección. El MACD, el RSI y el ROC dan señales de venta, lo que sugiere que el precio seguirá su camino y caerá por debajo de la línea del cuello para completar el doble techo.
Para determinar un objetivo mínimo, mida la altura del patrón en su punto más bajo, desde el máximo de 2021 hasta el mínimo de 2022, lo que indica una caída de 8.030 pips. Reste eso al borde de la ruptura: 4.0000 - 0.8030 = 3.1970. Eso es significativamente más bajo que el objetivo mínimo de la bandera.
Sin embargo, cuanto más bajo sea el objetivo, más expuesto estará el operador a los cambios del mercado. E incluso si el precio finalmente llega allí, ocurriría en medio de altibajos. Por lo tanto, debe operar de acuerdo con su temperamento, presupuesto y tiempo.
Estrategias de operación
Los operadores conservadores deberían esperar a que se complete el Doble Techo antes de arriesgar una posición corta.
Los operadores moderados podrían esperar a que se complete la bandera.
Los operadores agresivos podrían ponerse en corto ahora, contando con el desarrollo de la bandera precisamente por debajo del canal ascendente roto y su resistencia esperada, siempre que acepten el mayor riesgo proporcional a las mayores recompensas potenciales.
En última instancia, la buena gestión del dinero determinará el éxito o el fracaso de cada uno. He aquí un ejemplo genérico:
Ejemplo de operación - Corto agresivo
- Entrada: 4.3100 dólares
- Stop-Loss: $4.3600
- Riesgo: $0.05
- Objetivo: $4.0600
- Recompensa: $0.25
- Riesgo-Recompensa: 1:5