Ayer, el precio del petróleo subía casi un 5%. Ha sido el mayor movimiento de la materia prima desde junio, que recientemente ha estado operando en un rango limitado.
La WTI sobrepasó el nivel clave psicológico de 40 dólares, ayudado por dos factores favorables: la llegada del huracán Sally a la costa del Golfo de Estados Unidos, hogar de una amplia serie de refinerías de petróleo y gas, así como bases para plataformas offshore, junto con el último informe de reservas de la Administración de Información Energética que indicaba una reducción de las reservas semanales de petróleo.
En total, el WTI subió un 7,6% entre las jornadas del martes y el miércoles, el mayor repunte de dos días desde el 28-29 de mayo. Otro acontecimiento interesante ocurrió durante esos dos días también: el inicio de una cuña ascendente, habitualmente un patrón alcista. Pero éste ha sido bajista.
Cuando una cuña ascendente sigue a un descenso, se espera un repunte a la baja, después de que los alcistas dieran todo lo que tienen y no lograran iniciar una tendencia alcista. Nuestra cuña ascendente, sin embargo, sigue a una subida.
El problema: la subida fue demasiado empinada. Pasó de -40 a 40 dólares en un mes y medio, un alucinante salto de un 207,5%.
Después de que muchos elogiaran el mercado del petróleo debido a su descenso a territorio negativo, las opiniones se fueron revirtiendo a medida que subía el precio, con otros hablando de un retorno a los 100 dólares y más allá. Los traders ansiosos, que han presenciado un evento de mercado histórico y lo han tratado como si fuera la oportunidad de su vida, lanzaron su dinero al petróleo.
Sin embargo, se produjo una considerable recogida de beneficios, añadiendo presión al lado de la oferta. Al mismo tiempo, las medidas de confinamiento del coronavirus mantuvieron los aviones en tierra y los automóviles aparcados, golpeando la demanda de petróleo como nunca antes en su historia.
El precio creó una cuña ascendente porque el afán de los compradores ha superado al de los vendedores. Sin embargo, después de que más de 60 jornadas de negociación en casi tres meses no lograran impulsar ningún movimiento significativo, los traders simplemente se rindieron. A medida que la demanda se desvanecía, y todo lo que quedaba era la presión de venta, los precios se desplomaron, atravesando el fondo de la cuña ascendente.
Tras registrar su cota más baja desde finales de mayo, el precio pareció alcanzar un equilibrio en la balanza de la oferta y la demanda, permaneciendo en un patrón de retención durante cuatro días, hasta que el huracán Sally y el inesperado descenso de crudo de esta semana hicieron disparare los precios.
En vista de que el precio alcanzó la mitad del objetivo implícito de la cuña ascendiente, creemos que se trata de un movimiento de retorno, proporcionando una segunda oportunidad para posicionarse en corto en el petróleo. La MM, que subraya los puntos de presión de la oferta y la demanda en el gráfico, respalda esta visión.
La MMD 50 ha gravitado hacia la cuña, y la MMD 100 ha proporcionado el soporte para la penetración inicial del patrón, mientras que la MMD 200 —tras cruzar por debajo de la MMD 500, desencadenando el temido cruce de la muerte— proporcionó un nivel de resistencia al movimiento de retorno. La operación de hoy está formando un hombre colgado, bajista tras la confirmación de una vela de seguimiento que se cierra por debajo del cuerpo real del hombre colgado, el precio entre la apertura y el cierre, sin tener en cuenta los movimientos intradía.
Estrategias de trading
Los traders conservadores esperarán posicionados en corto hasta que el precio caiga por debajo de 36,13 dólares, mínimos del 8 de septiembre, estableciendo un mínimo más bajo, y con él una serie de máximos y mínimos descendentes necesarios para afirmar la existencia de una tendencia bajista.
Los traders moderados se posicionarán en corto si el precio de cierre de hoy forma un hombre colgado y se confirma mañana con un cierre por debajo de su cuerpo real.
Los traders agresivos podrían posicionarse en corto a voluntad, siempre que comprendan el riesgo de la operación y lo acepten. A continuación tenemos un ejemplo de plan de trading.
Ejemplo de operación
Entrada: 40 dólares
Orden de minimización de pérdidas: 42 dólares – punta de la cuña
Riesgo: 2 dólares
Objetivo: 32 dólares – por encima del fondo de la cuña, su objetivo mínimo
Recompensa: 8 dólares
Relación riesgo-recompensa: 1:4
Nota del autor: Esto es sólo un ejemplo de operación. No es la respuesta para el trading en general, sólo un escenario. Es una ayuda para entender los elementos centrales de una operación. Si lee este ejemplo y lo compara con el artículo completo, podrá entender por qué elegimos estos parámetros. No es arbitrario. Eso, sin embargo, no significa que toda la oferta y la demanda operen necesariamente en consecuencia.