Los principales índices de Nueva York retrocedieron en los últimos días debido a las pocas certezas sobre el acuerdo entre China y Estados Unidos. A comienzos de octubre, ambas potencias anunciaron que firmarían un pacto en el corriente mes. Sin embargo, hoy la situación parece estar en un punto muerto.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció que iba a concretar la “fase uno” de la tregua comercial con China en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) que iba a realizarse en Chile. No obstante, debido a la crisis social que afecta al país transandino, el encuentro fue cancelado.
“Esperamos finalizar la primera fase del histórico acuerdo comercial con China dentro del mismo plazo, y cuando tengamos un anuncio, se lo haremos saber”, declaró en su momento el vocero de la Casa Blanca, Hogan Gidley. El foro económico iba a realizarse entre el 16 y el 17 de noviembre. Ya pasaron cinco días desde esa fecha y todavía no hay novedades al respecto.
Este miércoles, mientras recorría una fábrica que produce computadoras para la empresa Apple (NASDAQ:AAPL) en Texas, Trump se refirió al estancamiento de las negociaciones con el gigante asiático. “Les puedo decir esto. China preferiría más alcanzar un trato comercial que yo”, expresó a los periodistas el mandatario norteamericano.
En el caso de que ambas partes lleguen a un acuerdo y decidan aplicar una retirada gradual de los aranceles, el gobierno chino se había comprometido a comprar productos agrícolas de Estados Unidos por un valor cercano a 40.000 millones de dólares. Pero ante la falta de avances en las negociaciones, Trump advirtió que podría seguir empeorando la relación comercial con Pekín. “Si no alcanzamos un acuerdo con China, subiré los aranceles aún más”, amenazó el jefe de Estado en Texas.
Por su parte, el presidente chino, Xi Jinping, trató de ser más prudente que su par norteamericano. “Queremos trabajar para un acuerdo ‘de primera fase’ sobre la base del respeto mutuo y la igualdad”, declaró hoy luego de reunirse con una delegación de empresarios estadounidenses. Sin embargo, a pesar de preferir una tregua, el líder de la principal economía asiática no se mostró en una situación de inferioridad. “No queremos empezar la guerra comercial, pero no tenemos miedo de hacerlo”, dijo y luego agregó: “Cuando sea necesario, contraatacaremos, pero hemos trabajado activamente para evitar esto”.
Desde que ambas partes anunciaron el principio de acuerdo en octubre, el S&P 500 subió más de un 5,6% y ha logrado marcar máximos históricos. Pero el regreso de las amenazas y la incertidumbre puede ser una señal que indique el comienzo de una tendencia bajista en los mercados financieros internacionales.