La guerra en Ucrania ha paralizado al mundo en los últimos días, y la bolsa no ha sido la excepción. Los mercados han perdido más de 12% en lo que va de año, al temerse las repercusiones que tendrá esta guerra para el resto del mundo.
Si bien las economías de Rusia y Ucrania no tienen el peso suficiente como para impactar con fuerza a otros países con su desaceleración, el hecho de que Rusia sea un proveedor importante de energía y metales para el resto del mundo, y que entre Rusia y Ucrania sean productores claves de granos, ha causado una explosión importante en la bolsa. Las sanciones también han traído consecuencias para todo el mundo, al elevarse el costo de muchos de estos productos.
La producción de granos en esta zona es clave para el mundo
Ambos países son de los mayores productores de granos del planeta, y, por ejemplo, entre Ucrania y Rusia producen cerca de 20% del trigo que se produce en el mundo. El hecho de que ninguno de los dos pueda exportar granos –ya sea por las sanciones o porque no tienen acceso a puertos del Mar Negro por las acciones militares– pone en riesgo a muchos países emergentes que pudieran ver el costo de alimentos subir de manera vertiginosa. Ya vimos al trigo subir +67% en apenas un mes. Este contexto puede causar no solo recesiones en muchos países, sino también agitación política.
Petróleo, gas natural y derivados por las nubes con las sanciones a Rusia
El mundo ahora se teme lo peor haciendo que el petróleo y el gas natural suban en un mes +35,8% y +8% respectivamente, ya que Rusia produce 10% del petróleo del mundo.
De hecho, Europa depende del crudo y gas natural ruso, representando en países como Alemania 40% del gas natural y 25% del petróleo en el mercado local. Esto es una cantidad que no es remplazable ni a corto plazo ni a mediano plazo en los mercados internacionales, llevando a que muchos se teman que, de darse un embargo al petróleo ruso, podríamos ver al precio del petróleo y gas natural subir aún más al no haber suficiente oferta del resto de países productores. Hasta el momento solo Estados Unidos e Inglaterra han anunciado un embargo al petróleo y gas natural ruso
Estados Unidos es de los pocos que puede ser autosustentable y ayudar al resto del mundo
Contrario a lo que muchos piensan, EEUU es autosustentable en temas energéticos, dado que su producción local es mayor a sus necesidades energéticas y una parte de su producción se exporta, y se procesa en otros países. Si Estados Unidos reduce su exportación puede cubrir el crudo importado desde Rusia, además que siempre tiene la opción de recurrir más a Canadá, México o Arabia Saudita.
El número de plataformas petroleras en Estados Unidos sigue por debajo de sus niveles pre Covid. Muchos en la industria indican que las petroleras locales están siendo mucho más conservadoras a la hora de invertir en expandir su producción, mas considerando que hay una escasez importante de productos necesarios para abrir pozos petroleros, además de la insuficiencia de mano de obra calificada. La ayuda del gobierno federal en financiación y conseguir alguno de esos productos escasos, pudiera ser una victoria para que el sector se reactive mas rápido.
Estados Unidos debe jugar un papel más importante en el mercado de gas natural
También consideramos que muchas regulaciones como el Jones Act pueden reducirse temporalmente para apoyar a otros sectores como gas natural licuado, otro sector que pudiera ayudar a Europa a reducir su dependencia al gas natural ruso a mediano plazo, y que hasta ahora tiene pocos puertos aprobados para su exportación que prácticamente está controlada desde Luisiana por Cheniere Energy.
Una guerra con poco sentido práctico complica entender los posibles escenarios
La guerra en Ucrania hoy en día tiene poco sentido práctico si consideramos que la idea de Rusia –al parecer– era una operación rápida, en la cual pudieran reemplazar al gobierno ucraniano, asegurarse que no pudiera unirse a la OTAN y anexarse a las provincias de Luhansk y Donetsk.
Ahora con la duración y destrucción causada por la guerra, las próximas generaciones de Ucrania tendrán un fuerte sentimiento anti ruso, por lo que cambiar el gobierno no garantiza los objetivos del Kremlin. Ocupar Ucrania tampoco garantiza sus objetivos debido al sentimiento que quedará en su población y el acceso a armamento de guerra que tiene actualmente, como parte de la política de defensa del país. Además de eso, una ocupación significaría que seguramente las sanciones a Rusia durarían varios años, algo que podría generarle problemas internos a este país, que ya ha tenido algunas protestas por la guerra.
Esto nos deja con la labor difícil de analizar futuros escenarios. Consideramos que lo más probable es que sea una salida negociada, en la que Ucrania se comprometa a renunciar a ser parte de la OTAN. Quedará por ver si es una negociación en la que Rusia logra mantener cierta influencia sobre el gobierno ucraniano o es una negociación para detener las pérdidas de ambos lados.