El Indicador Global de Actividad Económica registró un alza durante el mes de enero de 0.80% respecto al mismo mes del año pasado, muy por debajo del consenso y de nuestro pronóstico en un inicio de año donde el sector primario se vino abajo y donde las actividades terciarias no lograron crecer al ritmo que se esperaba.
La manufactura tal y como lo habíamos comentado fue la que sacó la cara por la actividad durante enero cambiando la tasa negativa que había mostrado durante los últimos dos meses del año gracias a la manufactura cuya tasa anual fue de 2.5%, una gran noticia para la industria mexicana que había estado floja en la mayor parte de 2013. Pese a ello la construcción sigue cayendo, esta vez a 2.5%, disminuyendo la magnitud de la caída peor en gran parte porque a estas fechas el sector ya se encontraba cayendo el año pasado.
Los servicios que también decepcionaron se desaceleraron respecto al mes anterior pasando de 1.9% a 1%, arrastrados por los servicios profesionales que se derrumbaron 3.7% pero también por un bajo desempeño del transporte el cual ha sumado su tercer mes creciendo por debajo de 0.5%. Habrá que cuidar que este indicador no mantenga dicho comportamiento en el largo plazo.
El sector primario, el más difícil de pronosticar se ajustó en una mayor medida de lo que nosotros esperábamos. La contracción del sector fue de 1.7% a causa de las complicaciones que se ha tenido para la cosecha de algunos alimentos, tal es el caso del limón cuyo precio subió 25% durante la primera quincena de marzo.
La tendencia de la actividad económica sigue siendo débil, sin embargo, que la manufactura comience a repuntar es un buen indicio de largo plazo por el motor que implica para la economía, en especial porque el sector primario podría estar afectado por estacionalidad mientras que el sector servicios, sólo fue mermado por un subsector (servicios profesionales).