Editorial
Durante la semana pasada, el tema de la inflación en EUA y las implicaciones en los futuros pasos de la FED en materia de política monetaria concentraron la atención de los mercados financieros globales.
Debido a los recientes acontecimientos, con los niveles de precios en máximos de cuatro décadas y declaraciones de funcionarios del banco central estadounidense, incluidas las de Powell en su comparecencia en el Senado, han provocado que el mercado ya considere que en este 2022, la autoridad tendría que subir por lo menos cuatro veces su tasa de fondeo y que la primer alza se podría dar tan pronto como marzo.
Con relación a la pandemia de Covid-19, la expansión de ómicron sigue imparable, y aunque no está provocando restricciones adicionales en los países occidentales, la explosión de casos de coronavirus amenaza con restringir el gasto y el crecimiento de los consumidores. Además, la política de tolerancia cero con el virus de China puede provocar problemas adicionales en las cadenas globales de suministro.
El petróleo también fue noticia, porque ya regresó a los niveles de precios existentes antes del surgimiento de la variable ómicron. En México, destacó el tema del anuncio sorpresivo de la venta de gran parte de las líneas de operación de Banamex en el país, así como las cifras de consumo e inversión privada.
Los futuros de la tasa de fondeo de la FED anticipan cuatro subidas para 2022, comenzando tan pronto como marzo, coincidiendo con el fin del tapering. Incluso, a raíz de los datos de inflación anual más alta de Estados Unidos desde 1982 dados a conocer la semana pasada, más funcionarios de la FED están manifestando su apoyo a un alza de tasas en el tercer mes del año.
Los mercados ya descuentan con una probabilidad de 90% que habría un alza en la reunión de marzo. Los actuales cuellos de botella en la cadena de suministro, en medio de una fuerte demanda, mantendrán la tasa de inflación elevada al menos durante el primer trimestre, antes de que los desequilibrios entre la oferta y la demanda disminuyan gradualmente y la inflación se modere en el segundo semestre de 2022.
En este sentido, hicieron eco las palabras de Powell de su comparecencia ante el Comité Bancario del Senado dentro del proceso para ser reelegido por cuatro años más en su puesto. Powell señaló que la FED podría subir la tasa de interés de fondeo para frenar la inflación, dejó entrever la intención de iniciar el cierre del balance lo antes posible y comentó que las presiones inflacionistas alcanzarían su punto máximo a mediados de año.
La reacción inicial de los inversionistas ante la posibilidad de un endurecimiento acelerado de la política monetaria por parte de la FED este año ha sido vender bonos del Tesoro estadounidense. Si bien ese movimiento parece haberse estabilizado después de acercarse la tasa del de 10 años a 1.80%, la reciente caída en el valor del dólar puede continuar en el corto plazo.
A medida que la economía mundial se recupera de lo peor de la pandemia, el apetito por activos de mayor riesgo aumenta. Además, a pesar de la expectativa de alzas de tasas de interés, con los niveles actuales de inflación, los rendimientos reales de activos en dólares permanecen en terreno negativo, lo que por lo pronto hace atractivo deshacerse de la divisa estadounidense.
Esto puede justificar que la moneda mexicana siga sorteando, por el momento, estas expectativas de alzas de tasas y se mantenga relativamente fuerte. Sin embargo, esta visión y sentimiento puede cambiar pronto, y revertir las apuestas de mercado hacia el dólar y en contra de monedas emergentes (incluido el peso mexicano).
Sobre la evolución de la pandemia por coronavirus, la expansión de ómicron sigue imparable, y aunque no está provocando restricciones adicionales en los países occidentales, la explosión de casos de coronavirus amenaza con restringir el gasto y el crecimiento de los consumidores. En EUA, se alcanzó un récord mundial de contagios diarios, con más de 1.3 millones de personas afectadas.
Además, la política de tolerancia cero con el virus de China puede provocar problemas adicionales en las cadenas globales de suministro, que a su vez pueden afectar a la producción empresarial y seguir tensionando la inflación.
Respecto al petróleo, el precio internacional ha regresado a los niveles previos al surgimiento de la variante ómicron. En particular, la referencia WTI se acercó a los 83 dólares por barril, al reducirse gran parte de las preocupaciones sobre un posible impacto negativo en la economía global, y al reportarse reducciones más pronunciadas en los inventarios de crudo.
En México, la principal noticia es el anuncio de Citigorup de dejar sus operaciones de consumo y empresarial en el país. El anuncio sorprende. Entendemos que se trata de una estrategia global de reordenamiento y búsqueda de mejorar sus operaciones. Incluso, es normal observar este tipo de anuncios entre empresas trasnacionales, no solo del sector financiero, sino de otros sectores.
Sin embargo, no se trata de una noticia positiva. La salida de un competidor de esta importancia implica menos opciones de servicios financieros para el consumidor final, algo primordial para un país como México, con bajos niveles de inclusión financiera y bancarización.
Tampoco envía una señal positiva sobre las condiciones del país, en el sentido de que pudiera interpretarse como una percepción desfavorable sobre el ambiente de negocios. Seguramente en los próximos días escucharemos ofertas de compra de los segmentos en los que el grupo seguirá presente en México.
El impacto en el peso mexicano de esta decisión será limitado en el corto plazo, pero no se pueden descartar presiones en un futuro dependiendo de cómo vaya evolucionando la noticia y cómo se manejen los ajustes en el sistema financiero mexicano.
Principales referencias económicas y eventos de la semana
La principal referencia económica-financiera será el PIB de China correspondiente al último trimestre del año.
Adicionalmente, en EUA se publicará de diciembre: permisos de construcción, inicios de construcción de casas, ventas de casas usadas e indicador adelantado; de enero: índice manufacturero de Nueva York (Empire); así como el cambio en inventarios de petróleo y solicitudes iniciales de subsidio por desempleo.
En Europa, habrá dato de inflación y confianza del consumidor de enero. En Alemania, dato de confianza del inversionista medido por el grupo ZEW (Percepción económica y situación actual) de enero. En Japón, habrá reunión de política monetaria por parte del BOJ, producción industrial de noviembre e inflación de diciembre.
En México, se dará a conocer la tasa de desempleo de diciembre.
Expectativa para el Tipo de cambio
Probablemente el peso mexicano mantenga la fortaleza de las últimas semanas y se mantenga cotizando en un rango acotado, cerca de máximos de dos meses. Los operadores seguirán evaluando las señales del endurecimiento de la política monetaria de la FED y la evolución de la pandemia con el registro de récords máximos en el número de contagios diarios.
Además, la atención se enfocará también en la cifra del PIB de China del último trimestre de 2021, con la expectativa de que se haya expandido a su menor ritmo en un año, afectado por las dificultades de los cuellos de botella y del sector inmobiliario.
También será noticia las reuniones de política monetaria del Banco Central de Japón y de Turquía. Por último, en EUA continúa la temporada de reportes corporativos correspondientes al último tercio del año pasado, destacando Goldman Sachs (NYSE:GS) y Bank of America (NYSE:BAC). Dado lo anterior, durante la semana la moneda mexicana podría fluctuar entre los $20.20 y $20.60 spot.
Expectativa para las Tasas de interés
En el mercado primario, la tasa de Cetes a 28 días podría registrar un aumento; por su parte, el rendimiento para los bonos de 10 años en el mercado secundario, podría moverse entre 7.60% – 7.80%.