Esta semana la referencia más relevante para los mercados financieros será la cifra de inflación de EUA correspondiente al mes de julio. La expectativa es que en términos anuales, tanto el índice general como el subyacente se moderen en una décima.
Así, de confirmarse este escenario debería fortalecer la confianza al interior de la Fed de que la inflación está volviendo a su objetivo. La reacción de los precios de los activos sería positiva, al consolidar el escenario de recortes de tasas de interés en septiembre.
Sin embargo, a diferencia de reportes previos de inflación, en esta ocasión la relevancia e impacto para los mercados financieros será un poco menor.
Contrario a la Fed, que sostiene de forma continua en la necesidad de tener mayor confianza, los operadores e inversionistas parecen estar satisfechos con la tendencia de los precios durante los últimos meses, por lo que su mayor atención está puesta en los indicadores de actividad económica.
Así, en los últimos días se ha intensificado el temor sobre la salud de la economía estadounidense, dada una creciente evidencia de ralentización en el mercado laboral.
Lo que detonó esta idea fue la propia Reserva Federal que en su última reunión de política monetaria fue muy reiterativa en que debería volver a centrarse en el doble mandato, no solo en la inflación.
Posteriormente, el reporte de empleo de la nómina no-agrícola de julio alimentó estas dudas a que la Reserva Federal haya sido demasiado lenta a la hora de bajar las tasas de interés y el país se exponga a una recesión. En paralelo, ha aumentado la presión para que Jerome Powell, el presidente de la Fed, se anime de una vez por todas a llevar a cabo el primer recorte.
La Fed está atenta a los riesgos de mantener las tasas de interés demasiado restrictivas durante un tiempo prolongado.
Las mejores noticias sobre la inflación de los últimos meses deberían fortalecer su confianza en que la inflación está volviendo a su objetivo
En caso de confirmarse el escenario de moderación en la tasa anual de inflación, el peso mexicano podría reaccionar de forma positiva, lo que le permitiría consolidar parte de las recientes ganancias.
Por el contrario, una inflación por arriba de los pronósticos podría acarrear preocupaciones nuevas (exageradas) entre cierto grupo de inversionistas y operadores sobre un probable riesgo de estanflación en EUA, algo negativo para el peso mexicano.
La moderación de la tasa de inflación en EUA ha sido el aliciente que esperan los inversionistas, con la esperanza de que el ansiado recorte de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal se produzca en septiembre próximo.