Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
El dólar estadounidense cerró la jornada de este martes fuertemente al alza con respecto a las demás monedas principales, pero no antes de sufrir salvajes oscilaciones que llevaron al USD/JPY por debajo de 109.00 y luego de nuevo por encima de 109.50. El par EUR/USD se disparó al nivel de 1.1900 al comienzo de la jornada de negociación de este miércoles en Nueva York, pero se desplomó hacia mínimos intradía de 1.1836 antes del cierre de Londres.
No hemos visto grandes reversiones intradía como ésta en un tiempo y la culpable ha sido la confusión en torno al informe de empleo no agrícola. La empresa privada ADP reportó un crecimiento del empleo significativamente más lento en el mes de julio, lo que hizo que el dólar se desplomara, pero cuando se publicó el informe del sector no manufacturero del ISM, los inversores se sintieron aliviados al ver el crecimiento del empleo en el sector servicios.
Tras contraerse el mes anterior, el componente de empleo del ISM no manufacturero subió de 49.3 a 53.8 puntos. El índice PMI subió de 60.1 a 64, nuevos máximos históricos, lo que hizo dispararse el dólar.
El número que se baraja en cuanto al informe de empleo no agrícola del viernes es de un millón de empleos. El mercado tuvo una reacción violenta a ambos informes ya que el resultado tendrá un impacto importante en cómo se negocia el dólar estadounidense durante las próximas semanas previas a la cumbre de Jackson Hole de la Reserva Federal.
Si los datos son buenos, el dólar se disparará ante la perspectiva de un anuncio de expansión cuantitativa a finales de este mes. Sin embargo, si el informe de empleo decepciona, el dólar perderá posiciones a medida que los inversores pospongan sus expectativas de expansión cuantitativa hasta septiembre o más tarde.
El vicepresidente de la Fed, Richard Clarida, ha dicho este miércoles que ve posible que la Fed anuncie una expansión cuantitativa gradual este año si se cumplen las condiciones de progreso sustancial.
El impacto de las divergencias de política cambiaria en las divisas es cada vez mayor. Los bancos locales hablan de una serie de subidas de tasas de interés en Nueva Zelanda, lo que ha impulsado al dólar neozelandés hasta máximos de casi un mes antes de que el fortalecimiento del dólar estadounidense fulminara esas ganancias.
Aun así, la moneda neozelandesa fue la única moneda importante que cerró la jornada al alza frente a su homónimo estadounidense. La prudencia del Banco Central Europeo hizo que el euro se desplomara con respecto a las demás monedas principales. Por supuesto, no ayudó que las ventas minoristas de la eurozona aumentaran menos de lo esperado y que los índices PMI compuesto y de servicios se revisaran a la baja.
De cara al futuro, la atención se centrará este jueves en el anuncio de política monetaria del Banco de Inglaterra. Al igual que la Fed, las autoridades del Reino Unido creen que los aumentos de la inflación son transitorios, pero lo que separa al Reino Unido del banco central de Estados Unidos es que el Banco de Inglaterra considera que las presiones generales sobre los precios son lo suficientemente fuertes como para reducir las compras de activos a principios de este año, y se espera que eleve sus pronósticos de crecimiento e inflación.
La pregunta es si procederá a una mayor normalización de la política monetaria. La variante Delta es una preocupación, pero desde la reapertura del país el 19 de julio, los nuevos casos de coronavirus tienden a la baja. Creemos que el Banco de Inglaterra se volverá más optimista y menos prudente, pero los responsables de la política monetaria como grupo estarán divididos en cuanto a una expansión cuantitativa inmediata.
Al menos uno —y probablemente dos de ellos— votará a favor de la relajación monetaria en agosto. Si son más de 2, podríamos ver una reacción marcadamente positiva en la libra esterlina. No esperemos nada nuevo en cuanto a la cuestión de las subidas de las tasas: es probable que el banco central confirme que aún tiene que observarse un progreso significativo antes de poder barajar subidas de tasas.