- Confianza del consumidor de la Universidad de Michigan (abr P): 89.7pts (Banorte-Ixe: 92.7pts; consenso: 92; anterior: 91)
- El subíndice de condiciones presentes cayó marginalmente al pasar de 105.6pts a 105.4pts
- El componente de expectativas futuras también bajó de 81.5pts a 79.6pts
- La confianza de los consumidores cayó por una perspectiva de desaceleración en el mercado laboral y en los ingresos
- Hacia adelante, esperamos una estabilización de los niveles de confianza, aunque no descartamos ligeros ajustes a la baja
La confianza de los consumidores retrocedió en el mes de abril. El índice total se ubicó en 89.7pts, por debajo del nivel previo de 91pts y por abajo de lo esperado. Es importante mencionar que el índice ya acumula cuatro caídas mensuales consecutivas, aunque éstas han sido relativamente acotadas. El índice de condiciones presentes mostró una disminución de 0.2pts en su lectura preliminar para ubicarse en 105.4pts. Por otra parte, el subíndice de expectativas futuras retrocedió al registrar un nivel de 79.6pts comparado con el nivel previo de 81.5pts.
La confianza de los consumidores cayó por una perspectiva de desaceleración en el mercado laboral y en los ingresos. Durante el cuarto mes de 2016, los consumidores mostraron una menor confianza debido al lento inicio de la actividad económica en 1T16. De hecho, temen que la recuperación del mercado laboral se vea afectada, lo que podría incidir en menores incrementos salariales hacia adelante. Teniendo en cuenta que se vislumbran mayores niveles de inflación, consideran que su ingreso real se verá mermado en los próximos meses. No obstante, el dinamismo de la economía estadounidense probablemente mejorará en los siguientes trimestres, por lo que el mercado laboral seguirá mostrando signos de mayor fortaleza
Hacia delante, consideramos que los niveles de confianza podrían presentar relativa estabilidad, aunque no descartamos ligeros ajustes a la baja. La confianza ha caído ya por cuatro meses consecutivos, aunque las pérdidas no han sido considerables. Sin embargo, las perspectivas de los consumidores no son tan optimistas y creemos que como principales factores de una disminución en el sentimiento económico resaltan: (1) Un menor dinamismo de la actividad económica que pudiera poner en riesgo la recuperación del mercado laboral y por ende, de los salarios; (2) el incremento de los precios de la gasolina y su impacto sobre el ingreso disponible; (3) el reciente repunte de la inflación. Los individuos habían mostrado en los últimos meses su satisfacción ante menores incrementos en los precios, no obstante este efecto ha comenzado a disiparse.