- En julio, la Confianza pasó de 44.3 puntos a 41.3, debajo del estimado de 43.6.
- Las pérdidas se concentraron en las expectativas de la situación futura.
- 9 de los 10 indicadores complementarios se contrajeron.
Los consumidores parecen considerar que una nueva recesión es inminente
A diferencia de otros indicadores que han mostrado una mejor cara para la economía a inicios del tercer trimestre, la Confianza del Consumidor tuvo en julio su peor desempeño desde mayo de 2020, lo que sugiere un cambio fundamental en la percepción del entorno económico que prevalece entre la población. Con cifras desestacionalizadas, el indicador general se situó en 41.3 puntos, que es un nivel no tan alejado del promedio del año, en 43.3, pero que sí refleja un deterioro sustancial en los últimos 2 meses, pues en abril la Confianza fue de 44.0 unidades. Normalmente las variaciones suelen ser de menos de 1.0 puntos, por lo que la caída de 1.7 que se presentó en julio, prende las alertas sobre la cautela con la que podrían responder los consumidores ante un panorama que se complica velozmente y en el que las fuertes presiones inflacionarias han logrado sostenerse por varios meses.
Las pérdidas se concentraron en las expectativas de la situación futura
Desde una perspectiva más específica, lo que tumbó al indicador de julio fueron principalmente los componentes sobre expectativas, que son aquellos que hacen referencia al futuro y que tanto en su vertiente a nivel país, como a nivel individual, tuvieron bajas de más de 2.0 unidades; además, la percepción actual de la situación del país también fue influyente al registrar una variación de -1.3 pts. Ello podría estar relacionado a la amplia difusión que tuvieron las noticias sobre la posible recesión en Estados Unidos y el mundo, lo que habría sembrado la expectativa de que el contagio llegaría a México en poco tiempo.
9 de los 10 indicadores complementarios se contrajeron
No obstante, los indicadores complementarios parecen advertir de afectaciones menos lejanas, pues 9 de los 10 tuvieron caídas en el mes y la gran mayoría fueron superiores a 1.0 puntos. De hecho, destacan las fuertes bajas en componentes vinculados a la situación presente, como la de posibilidades de comprar bienes de consumo inmediato (-1.4 pts.) o la de posibilidades de salir de vacaciones (-1.5 pts.). La percepción sobre la situación del empleo en el futuro fue la más afectada (-2.2 pts.), lo que mantiene consistencia con lo establecido.
Rumbo Económico
La Confianza es de los primeros datos que tenemos sobre julio y por sí sola plantea un escenario bastante negativo, aunque es importante recordar que en los últimos meses la correlación entre las cifras de este indicador y las de la actividad real suele ser muy discreta. Aún así, las caídas que se registraron parecen comunicar que los consumidores mexicanos han dado crédito a las versiones de que una nueva recesión económica es inminente, lo que podría incidir en un ajuste en su comportamiento y abonar al clima de desaceleración por el que transitamos. Tras el dato, el peso mexicano se ha mantenido estable en torno a $20.40.