El paladio ha subido un 22% este año —al menos en lo que va de enero.
El "pivote del paladio" —si es que puede llamarse así— no se basa en una demanda abrumadora ni en las interrupciones de la producción del metal catalizador para automóviles.
Todos los gráficos cortesía de skcharting.com
Las cadenas mundiales de suministro de microchips siguen interrumpidas y los fabricantes estadounidenses, incluidos los de automóviles, tienen menos de cinco días de reservas de chips esenciales, según la Casa Blanca. Todo apunta a que la producción de automóviles se recupere pero solamente de forma gradual este año, mientras la industria se abre paso entre el caos. Y el paladio, como purificador de emisiones y potenciador del rendimiento de los motores de gasolina, depende de esa recuperación.
En lo que respecta a la minería, "hasta ahora no se ha producido ninguna interrupción de la producción ni de las exportaciones" de paladio, que en su mayor parte procede de Rusia y Sudáfrica, afirma Giovanni Staunovo, analista de UBS (SIX:UBSG).
Entonces, ¿por qué están subiendo los precios del metal?
Muy sencillo: El temor a que el conflicto entre Rusia y Ucrania desemboque en una guerra total y desmantele la producción de paladio de la región. Sólo Rusia representa el 43% del paladio mundial.
"La preocupación en torno a los cortes de suministro en Rusia en caso de una escalada de la crisis de Ucrania ha respaldado al paladio estas últimas semanas", dijo Staunovo en unas declaraciones recogidas por Reuters el lunes.
Añadió que la actividad de cobertura en corto de los futuros del paladio del COMEX de Nueva York "probablemente también ayudó, teniendo en cuenta que las cuentas no comerciales se posicionaban netamente en corto en el metal a principios de este año”.
El paladio cerró el año 2020 en 2.455,50 dólares y bajó hasta 1.903 dólares al cierre del año pasado. Al cierre del lunes en el COMEX, ascendía a 2.335 dólares.
En una perspectiva de la industria del 19 de enero, Trading Economics dijo que era bajista en el paladio hasta 2022, prediciendo que se negociará a 1.821,77 dólares por onza a finales del primer trimestre y a 1.661,72 dólares dentro de 12 meses.
Así pues, el repunte de enero ha lastrado las expectativas de la mayoría de los analistas. Y es comprensible, dado que no ha habido ningún cambio en la oferta ni en los fundamentales del paladio.
Pero la amenaza de una guerra, por improbable que sea, a menudo hace que las materias primas asciendan un nivel, y el paladio, como resultado, está disfrutando ahora de una subida inesperada —y posiblemente prematura.
Los analistas de ICBC (HK:1398), por su parte, afirmaron en una nota de noviembre a sus clientes que el paladio podría empezar a subir en junio, lo que subraya el aspecto "prematuro" del actual repunte.
Según los analistas de ICBC: "Creemos que hay muchas probabilidades de que, cuando pase por fin la tormenta del Covid, se produzca un rápido repunte de la demanda de vehículos nuevos, tanto por parte de los consumidores como de las empresas. Esa demanda se encontrará con un sector que funciona con escasas reservas de productos terminados".
Y añaden: "Así pues, un aumento de la demanda más un ciclo de reabastecimiento podría resultar ser una fuerza poderosa para la recuperación del precio del paladio, y esa recuperación podría persistir más tiempo de lo que el mercado prevé. Pero, según nuestra evaluación, es muy poco probable que ese escenario se materialice en los próximos seis meses".
Aunque todo apunta a que la fabricación de vehículos se mantendrá por debajo de los niveles anteriores a la pandemia en 2022, Metals Focus afirma que el paladio podría subir hasta una media trimestral de 2.300 dólares en el cuarto trimestre.
Ante la previsión de que la escasez de semiconductores se reduzca en la segunda mitad de 2022, los analistas de ANZ auguran que la demanda de paladio para catalizadores de automóviles aumentará en 449.000 onzas en 2022, con un déficit de suministro cada vez mayor. Las previsiones de ANZ sobre el paladio para 2022 sitúan al metal en torno a los 2.350 dólares por onza a finales de diciembre, con una media de 2.088 dólares por onza en el conjunto del año.
Todo ello pone en tela de juicio el actual repunte del paladio: Dado que nadie sabe cuánto tiempo podría prolongarse el conflicto entre Rusia y Ucrania, ¿cuánto más pueden subir técnicamente los precios si mantienen su actual impulso alcista?
"Estrictamente, desde el punto de vista de los gráficos, este repunte podría prolongarse unos meses más, y tiene fuelle para alcanzar incluso máximos históricos", asegura Sunil Kumar Dixit, estratega técnico jefe de skcharting.com.
"Pero el catalizador aquí es un enfrentamiento geopolítico, por lo que hace falta un poco de pensamiento convencional".
Los máximos de enero de 2.452 dólares y el cierre en 2.350 dólares iniciaron una tercera racha alcista del paladio que podría hacer que el metal volviera a alcanzar en los próximos meses los máximos históricos registrados en abril de 2021 en 3.014 dólares, dependiendo de que los precios se mantengan por encima de la Banda de Bollinger® media mensual de 2.203 dólares y por encima de la Media Móvil Exponencial de 5 meses de 2.580 dólares, dice Dixit.
La lectura mensual del estocástico de 40/23, por su parte, arroja un fuerte cruce positivo por encima de la línea de 20. Las lecturas semanales del estocástico de 99/95 también están provocando una distribución lateral del impulso alcista, alimentando la Banda de Bollinger media de 2.280 dólares y las zonas de soporte horizontal de 2.150 dólares, explica Dixit.
"Combinado, esto es los que ha hecho que el autocatalizador esté sobrecomprado", dice, y añade:
"Las perspectivas de cara a este mes y el que viene son alcistas, con posibilidad de corrección a las áreas de soporte. Dado que la tendencia ha cambiado a alcista, es probable que los compradores abran posiciones al alcanzarse las áreas de valor".
Descargo de responsabilidad: Barani Krishnan utiliza una serie de puntos de vista aparte del suyo para aportar diversidad a su análisis de cualquier mercado En pos de la neutralidad, presenta opiniones contrarias y variables de mercado. No tiene participaciones ni mantiene una posición en las materias primas o valores sobre los que escribe.