Este artículo se publicó en inglés el día 17 de enero de 2018
Después de que los precios del petróleo cayeran en 2014, China pasó a ser la salvación para los exportadores de petróleo. Desde 2014, el gigante asiático ha sido el principal importador neto mundial de petróleo crudo y productos derivados del petróleo (se convirtió en el mayor importador de petróleo crudo en 2017). A pesar de que algunos indicadores económicos mostraban que la economía China estaba ralentizándose en el año 2016, las importaciones de petróleo del país seguían siendo elevadas, entre 6 millones y 8,5 millones de barriles al día.
China utilizó los bajos precios del petróleo de ese momento para llenar sus reservas estratégicas de crudo. También permitió a las refinerías chinas independientes (a veces denominadas "teteras") que importaran petróleo por sí mismas, sin contratos con el Estado, y que exportaran productos refinados.
Muchos observadores del mercado temían que el Gobierno chino decidiera de pronto dejar de comprar petróleo crudo para su almacenamiento o detener las operaciones de las refinerías independientes, lo que provocaría una brusca caída de los precios del petróleo a escala mundial. Sin embargo, China no ha hecho ninguna de las dos cosas. Su consumo de petróleo aumentó en 2017, a pesar de los elevados precios del crudo.
Esto podría cambiar en 2018. En los últimos dos años, las refinerías independientes de China dependían de que los precios del petróleo fueran bajos para garantizar grandes márgenes de exportación de productos refinados. Los márgenes han bajado considerablemente en las últimas semanas al subir los precios hasta un rango de entre 65 y 69 USD por barril. Es posible que estas refinerías ralenticen su actividad de refinación y procesen menos crudo ya que sus márgenes de beneficios se han reducido casi a la mitad.
Mientras China siga importando a altas velocidades, hay probabilidades de que los productores estadounidenses exporten más petróleo a China. De hecho, las exportaciones de Estados Unidos al país están aumentando. En noviembre llegaron a alcanzar los 289.000 barriles al día, según Clipperdata, una pequeña fracción del mercado chino, que importó 9,01 millones de barriles de petróleo al día el mismo mes. Sin embargo, es un gran impulso para Estados Unidos, que prohibió aún más las exportaciones de petróleo hace un par de años.
Las exportaciones de petróleo de Estados Unidos probablemente serán más atractivas para las refinerías chinas que pretenden aprovechar al máximo sus márgenes, ahora en descenso. No sólo es que el petróleo crudo de referencia de Estados Unidos (WTI) siga siendo más barato que el europeo (Brent), sino que los productores de petróleo de esquisto de Estados Unidos siguen vendiendo su petróleo con un descuento.
Las limitaciones de infraestructura junto con el exceso de oferta de petróleo ligero estadounidense que ellos mismos producen indican que estos perforadores tienen que seguir vendiendo su petróleo más barato que el WTI. Sus menores precios podrían ser exactamente lo que necesitan las refinerías chinas independientes para mantener al alza sus márgenes de petróleo.