La economía de Alemania ha entrado oficialmente en recesión luego de que la Agencia Federal de Estadística de ese país informara una caída del 2,2% del Producto Bruto Interno (PBI) en el primer trimestre del 2020. La principal potencia económica del viejo continente no registraba una contracción tan fuerte desde la crisis financiera global de 2008-09.
Teniendo en cuenta que en el período anterior la economía alemana se contrajo un 0,1%, actualmente, al estar en un período bajista por dos trimestres consecutivos, Alemania cumple con la definición técnica de un país en recesión.
Los datos revelados por la agencia muestran la información de los primeros tres meses del año, cuando los daños causados por la pandemia del coronavirus recién comenzaban a verse en la economía europea. Por lo tanto, es casi seguro que las previsiones de cara al período de abril y junio sean considerablemente peores.
Según el ministro de Economía alemán, Peter Altmaier, el país europeo debe preparase para “la peor crisis económica desde la posguerra”. Para los especialistas del gobierno, el PBI de la nación se desplomará un 6,3% en el 2020 y tendrá su peor momento en el segundo trimestre del año, con una debacle del 10% de la actividad.
En sintonía con el resto de los países del mundo, Alemania se vio obligada a tomar medidas de confinamiento para contener la propagación del coronavirus, lo que significó la parálisis de una gran parte de la economía. Sin embargo, la nación germana ha sufrido menos en comparación a otras naciones de la región, como Italia y España.
El gobierno italiano, por ejemplo, espera una caída en la actividad económica superior al 8% del PBI para este año, mientras que el Banco de España descartó la posibilidad de una recuperación rápida y espera un colapso de entre 9,5% y el 12,4% del PBI para el 2020.
Frente al panorama adverso que deberá afrontar el continente europeo, el presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, propusieron la creación de un fondo de unos 500.000 millones de euros para reconstruir la economía y ayudar a los países más devastados por la pandemia.
“Es necesario un esfuerzo colosal y Francia y Alemania están dispuestos a hacerlo”, expresó Merkel a través de una videoconferencia conjunta con el mandatario francés. Por su parte, Macron opinó que “se trata de una crisis inédita que requiere una respuesta europea”.
Europa cuenta con más de 1,7 millones de infectados y más de 156.000 muertes por el coronavirus. A pesar de que el peor momento de la crisis sanitaria haya sido superado en el viejo continente, los principales analistas europeos coinciden en que la real magnitud del daño económico todavía no se ha visto.