La gestión del riesgo es algo que todo trader debería tener como eje principal de su operativa. Bajo mi punto de vista, este es el Santo Grial del Trading.
¿Por qué? Porque cada vez que tomamos una operación estamos poniendo en juego nuestro capital, y esa es nuestra herramienta de trabajo. Sin capital, obviamente no podemos operar, y por tanto debemos añadir nuevos fondos a nuestra cuenta para seguir operando.
Una buena gestión del riesgo implica tener muy claro nuestro plan de trading y no arriesgar mas de un determinado porcentaje o cantidad por cada operación. Pero la gestión del riesgo no solo eso, pues nuestro riesgo también debe ir en consonancia con nuestro potencial beneficio. Todo esto tiene que estar preestablecido antes de operar y debemos cumplirlo a rajatabla.
Hay distintos modos de hacerlo, ya sea con una cantidad fija de puntos/pips, de euros, porcentaje de tu cuenta o una mezcla de ambas. Debes encontrar aquella que te resulte más cómoda y no te condicione a la hora de tomar tus entradas. Pero sobretodo, uno de los aspectos más relevantes creo que es el no superar tu pérdida máxima diaria.
Digamos que tienes que poner un Stop de 30 puntos para tomar una operación en DAX. Tu cuenta es de 2000 euros.
Tu plan de trading dice que no puedes arriesgar más del 1% de tu cuenta por operación, y sueles operar a 1 euro el punto.
Con tu forma habitual de operar a 1 euro el punto, no puedes tomar esa operación, porque en caso de pérdida supondría un exceso de ese 1% de pérdida de tu cuenta por operación.
Tienes varias opciones:
- Tomar la operación y fijar un Stop de 20 puntos (no recomendable, pues el Stop hay que colocarlo en el sitio correcto).
- Tomar la operación y reducir el lotaje, a 0,7 por ejemplo. De esta forma, tu Stop estaría a 30 puntos, pero monetariamente serían 21 euros. En este caso, puedes tomar la operación (hay que ser ligeramente flexible, si tu stop máximo son 20, y en este caso es 21, puedes tomarla).
- No tomar la operación porque no encaja dentro de tu riesgo.
Las opciones 2 y 3 serían las correctas.
Todos podemos tener malos días de trading, por tanto, es importante identificarlo, asumir la pérdida y esperar al día siguiente. Esos días vienen los desastres.
El ratio Beneficio – Riesgo
En cuanto al ratio beneficio riesgo, algo también muy determinante, decir que es poco habitual que con stops muy ajustados (como se suele hacer), consigamos grandes beneficios, pues el propio “ruido” del mercado nos saca de la operación en muchas ocasiones.
Cuantas veces habrás dicho: “qué lástima, me sacó por dos puntos y se fue directo a mi profit, que mala suerte”. No es mala suerte, es parte del juego del mercado.
La mano fuerte sabe dónde están nuestros stops (todos los libros de texto sobre trading te marcan exactamente donde van a ir), y eso la mano fuerte lo sabe y lo utiliza ante la falta de liquidez que puedan tener para mover el precio.
En esto también influye la temporalidad en la que operemos. Haciendo scalping, con un stop de 10 puntos pocas veces conseguirás un ratio de 3:1 o superior. En este tipo de modalidad, se buscan patrones estadísticos favorables y movimientos cortos. Diría que es la temporalidad donde más manipulación existe. Por contra, si sabes interpretarla correctamente puede ser muy rentable. Estadísticamente dificilmente se consiguen ratios superiores al 2:1 (si operamos intradía es otro discurso).
En mi caso soy partidario de coger pequeños movimientos con un ratio superior al 1,5:1 y de forma constante, más que “cazar” un día un movimiento con un ratio mayor. Eso te ayuda a coger confianza en ti mismo y evitar frustraciones operativas.
Para temporalidades mayores, cuando se reduce el ruido de mercado, si que podemos buscar ratios superiores (con stops más holgados). Es un tipo de operativa distinta y por tanto debemos tenerlo en cuenta antes de tomar nuestras operaciones. No obstante, una operación en gráfico de 4h, para conseguir un ratio de 3:1 o superior pueden pasar días o incluso semanas.
¿Y qué es lo que pasa en realidad? Pues qué queremos poner stops muy pequeños para perder poco (miedo a perder), y profits potenciales muy elevados. Eso provoca que nos salten varios stops al no estar bien colocados, y cuando el precio se acerca a nuestro profit, lo alejamos para ganar más. En ese momento, el precio toca tu profit anterior (el que ya has movido por avaricia) y se vuelve a girar en la dirección opuesta.
“Tenía que haber cerrado… no sé porque muevo el profit, sabía que hasta ahí iba a llegar,…” Estos son algunos de los pensamientos que nos avasallan cuando se produce este tipo de situación. Ahí ya no eres tú quien opera, ahí están tus emociones. Tenías un plan de trading, con tu profit establecido, y te lo has saltado.
¿Y ahora qué? ¿Qué dice tu plan? ¿Tu plan de trading dice que tienes que hacer cuando te saltas tu plan? De todo esto hablaremos en el próximo artículo.
Como conclusión, hay algo que si puedo decir con certeza, y es que con una buena gestión del riesgo y disciplina siguiendo tu plan de trading no se queman cuentas. Y esta es la primera regla. A partir de ahí, una vez aprendemos a no perder, empezaremos a ver cómo ganar dinero.