Los activos del Reino Unido se desplomaron, con la libra esterlina depreciándose más de 2.8% y opera en torno a $1.095 unidades, lo que implica un nuevo mínimo desde 1985, luego de que el gobierno británico anunciara los mayores recortes de impuestos desde 1972, que podrían sumar £161 mil millones en los próximos 5 años. El plan incluye la cancelación de una subida prevista del impuesto de sociedades al 25%, manteniéndolo en el 19%, y la reversión del reciente incremento del 1.25% de las cotizaciones a la Seguridad Social.
A los inversionistas les preocupa que los niveles de deuda pública aumenten, con lo que los Credit Default Swaps (CDS) a 5 años se dispararon, en un momento en el que la economía ya está bajo una gran presión a la baja. El Banco de Inglaterra elevó las tasas de interés el jueves, por séptima vez consecutiva para combatir la presión inflacionaria; al tiempo que el banco central señaló que continuará "respondiendo con fuerza, según sea necesario" para que la inflación regrese al objetivo del 2% de manera sostenible, a pesar de que la economía entre en una recesión. Con ello, los rendimientos de los bonos del Reino Unido marcaron su mayor aumento diario en décadas.
Hacia adelante, es posible que la política fiscal más expansiva en Reino Unido dificulte que la inflación converja al objetivo del BoE, lo que ha incrementado la posibilidad de que la tasa de interés de referencia alcance un nivel de 5.0%.