Esta semana se han producido varios acontecimientos importantes sobre el futuro de la política petrolera estadounidense, la producción y la política de limitación de precios del petróleo ruso. Los traders deberían estar pendientes de cómo pueden afectar estos acontecimientos a los mercados.
1. Resultados de las elecciones de mitad de período en EE.UU.
Aunque todavía se están tabulando algunos resultados de las elecciones, parece que el Partido Republicano ha obtenido una ligera mayoría en la Cámara de Representantes de Estados Unidos aunque no ha logrado una victoria lo suficientemente significativa como para que los resultados puedan interpretarse como un rechazo a las políticas de la Administración Biden. Es probable que el control del Senado de Estados Unidos pase a manos de los republicanos, pero aún no está claro. En lo que respecta a la política energética, esto significa que, si los legisladores votan siguiendo las líneas de los partidos, el Gobierno de Biden no podrá aprobar un impuesto sobre los beneficios extraordinarios de las compañías petroleras cuando se reúna el próximo Congreso. Los traders de petróleo deberían estar preparados para que, incluso aunque los republicanos se hagan con el control del Senado, la Administración Biden seguirá utilizando su control sobre el poder ejecutivo y la burocracia para seguir obstaculizando la producción de petróleo y gas. Es poco probable que veamos más subastas de arrendamientos de petróleo y gas en tierras federales, a menos que los tribunales lo ordenen. No es probable que las compañías petroleras amplíen las perforaciones más de lo que tienen previsto actualmente en estas condiciones.
2. Previsiones de producción nacional de petróleo de Estados Unidos
Muchos productores de petróleo independientes de Estados Unidos (por ejemplo, Diamondback Energy (NASDAQ:FANG), ConocoPhillips (NYSE:COP), Occidental Petroleum (NYSE:OXY), Pioneer (TYO:6773) Natural Resources, Laredo Petroleum y SM Energy) han presentado previsiones aleccionadoras para la producción de petróleo del 4T de 2022 y 2023. Aunque la producción de Estados Unidos se está expandiendo este año acercándose a niveles prepandemia, parece que el crecimiento se está nivelando y la producción podría incluso disminuir en 2023. La Encuesta de Energía de la Fed de Dallas del trimestre pasado revela que los productores consideran que la escalada de costes debida a la inflación y los problemas de la cadena de suministro son las causas más importantes de incertidumbre. Estos problemas y otros, como las rápidas tasas de declive, están afectando a los productores de todo el sector petrolero. Muchos pronostican que aumentarán la producción a un ritmo mucho menor o que incluso podrían registrar descensos.
3. Evolución del precio del petróleo
Estados Unidos y la UE anunciaron un gran avance en relación con la limitación de los precios del petróleo que planean aplicar contra Rusia el mes que viene. Han anunciado que su limitación de precios sólo se aplicará al primer punto de venta del petróleo ruso. La política de limitación de precios niega el acceso a la infraestructura de transporte marítimo, de seguros y bancaria de Estados Unidos y la UE a las partes que compran petróleo ruso a un precio superior al límite de los precios. El precio máximo real aún no se ha decidido. Esto significa que el crudo ruso puede revenderse a nivel mundial a cualquier precio o refinarse para crear productos que pueden luego venderse a cualquier precio. Esto hace el petróleo ruso aún más atractivo a ojos de países como India, China, Turquía e Indonesia, que no sólo pueden seguir comprando crudo ruso para su uso doméstico, sino que podrían comprar aún más crudo ruso y comercializarlo en el mercado global o refinarlo para fabricar productos y venderlos en el mercado mundial. Si acuerdan un precio negociado con Rusia que esté en el límite de precios o por debajo de él, el transporte de ese crudo será aún más fácil. Por supuesto, Rusia podría negarse a vender su petróleo en el límite del precio máximo. Hasta que no se anuncie el precio, es muy difícil predecir lo que ocurrirá cuando entre en vigor la política.