• El envío de remesas ascendió a $5,297 mdd frente a $5,188 estimado.
• El monto de envíos se ha duplicado en el transcurso de los últimos 31 meses.
• El saldo acumulado en el año es 27% mayor al del déficit de la balanza comercial.
Aunque la desaceleración es palpable, las remesas siguen siendo un foco de resiliencia
En julio se registraron entradas de remesas al país por $5,297 millones de dólares (mdd), cifra que superó las expectativas del consenso de $5,188 mdd y que constituye un nuevo máximo histórico para el indicador. Con ello, las remesas mantienen la pauta del buen comportamiento que ha estado presente desde inicios de 2020, cuando la crisis ocasionada por el Covid-19 detonó una serie de cambios que derivaron en incrementos en los ingresos de hogares y trabajadores estadounidenses, junto con el consecuente impacto en los flujos migratorios. Desde entonces, la tasa de variación anual del envío de remesas se ha consolidado en niveles superiores a 10.0%, lo que a todas luces constituye un desempeño excepcional. De esta manera, aunque la participación de las remesas en el PIB nacional es menor a 5.0%, el dinamismo mostrado ha sido uno de los factores principales detrás de las sorpresas positivas del consumo y ejerce un notable sesgo al alza sobre los pronósticos de crecimiento para la economía, incluyendo el nuestro que actualmente es de 1.7% para 2022.
El monto de envíos se ha duplicado en el transcurso de los últimos 31 meses
Para ponerlo en contexto, los $5,297 mdd de agosto son más del doble de los $2,620 que se recibieron en enero de 2020, lo que implica que los flujos de remesas se duplicaron en el transcurso de 31 meses. Además, el saldo acumulado en lo que va de 2022 asciende a $32,812 mdd, una cifra que es 27.1% mayor al déficit acumulado por la balanza comercial en el mismo periodo, otro de los grandes componentes de la balanza de pagos mexicana. Al interior, el crecimiento está asociado al avance en el número de envíos y no tanto a la mejora en los ingresos, pues el primero presentó una tasa de 12.1% anual, mientras que el monto promedio por envío solo ha mejorado en 3.8%, lo que coincide con la lógica de desaceleración en Estados Unidos. En total, el envío de remesas en este mes tuvo un crecimiento de 16.5% anual, que es una cifra que pueden presumir pocos indicadores de la economía mexicana.
Rumbo económico
Los datos de remesas reafirman la importancia del desempeño económico de Estados Unidos para nuestro país y mitigan algunas de las preocupaciones sobre el rumbo de la economía en la segunda mitad del año. Si bien hay cierta desaceleración respecto al periodo dorado que experimentó el indicador entre abril y diciembre de 2021, cuando se promediaron avances de más de 30.0% anual, el desempeño actual sigue siendo destacado y permitirá resiliencia en el consumo doméstico. Asimismo, junto con las alzas en las tasas de interés y la recuperación de las exportaciones, este tipo de resultados siguen alentado la estabilidad del peso, incluso en un ambiente de abrupto fortalecimiento del dólar como el que estamos observando, por lo que en próximos días revisaremos nuestro pronóstico para el cierre de año a la baja.