Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
El dólar ha ganado posiciones con respecto a las demás monedas principales este lunes a excepción del yen japonés mientras otra oleada de aversión al riesgo zarandeaba los mercados. Las acciones descendieron un 4,5%, cerrando el Dow la jornada en más de 1.1100 puntos. Al principio, parecía que las acciones se recuperarían pues el índice S&P 500 volvió a situarse momentáneamente en territorio positivo pero según avanzaba el día, descendió rápida y bruscamente.
No hubo ningún catalizador específico aparte de las órdenes de parada disparándose en 25.000 y cuando eso sucedió el Dow se desplomó brevemente por debajo de 24.000, aunque las preocupaciones en torno al impacto negativo del aumento del rendimiento ha sido el principal conductor de la venta masiva que comenzó el viernes. Es posible que se registren más pérdidas antes de que se toque suelo. El positivo informe del ISM no manufacturero y el nombramiento del nuevo presidente la Reserva Federal que promete continuidad, no ha tranquilizado a los inversores.
Sin embargo, la actividad del sector servicios ha aumentado a su ritmo más rápido de los últimos tres meses y el informe sobre el componente laboral ha registrado máximos históricos. Estas cifras, junto con el índice ISM manufacturero, que alcanzó su cota más alta de los últimos 14 años refuerzan la fortaleza subyacente de la economía estadounidense. La única pregunta es cuánto perjudicará el rendimiento de los bonos a 10 años a la economía. El tiempo lo dirá. El par USD/JPY debería cerrar por encima del nivel de 110,50 para introducir una nueva tendencia alcista, de lo contrario los bajistas seguirán teniendo el control.
Esta noche estarán muy ocupados en Australia, con la publicación de los datos de ventas minoristas, la balanza comercial y la decisión sobre los tipos del Banco de la Reserva. La última consolidación del dólar australiano refleja la esperanza del mercado en que el Banco de la Reserva de Australia seguirá siendo optimista. Los datos no han sido terribles, como indican los informes de la noche anterior.
La actividad del sector servicios aumentó a su ritmo más rápido de los últimos seis meses, la inflación ha subido considerablemente según el índice de inflación del Instituto de Melbourne y las ofertas de empleo aumentaron un tremendo 6,2% a principios de año, lo que supone el mayor aumento mensual desde 2010. Todos estos informes junto con las mejoras que indica la siguiente tabla sugieren que sigue siendo probable una subida de los tipos en 2018 aunque la divisa es fuerte (ha subido un 4.5% desde la última reunión) y el Banco de la Reserva de Australia podría no querer todavía impulsarla más aun hablando de ajustes.
Sin embargo, la economía australiana sigue recuperándose desde su última reunión y China va mejor de lo previsto. Si el Banco de la Reserva de Australia habla sobre la subida de los tipos de interés o destaca el aumento del riesgo para el crecimiento y la inflación, el par AUD/USD se volverá a recuperar y alcanzará el nivel de 0,7980-0,8000. Sin embargo, si expresan una mayor preocupación sobre la moneda y su impacto en la economía, el AUD/USD podría descender hasta 0,7850.
Los dólares nozelandes y canadiense también se moverán bastante. El martes se celebra una subasta de lácteos en Nueva Zelanda junto con los datos de la balanza comercial de Canadá y los informes del PMI IVEY. La recuperación del USD/CAD se detuvo antes de 1,25 y podrían hacer falta datos mejores para impulsar el par por encima de este nivel de resistencia clave.
La divisa que peor actuación ofreció el lunes fue la libra, que se vendió de forma masiva a la espera del informe trimestral de inflación del Banco de Inglaterra y su anuncio de política monetaria. A los inversores les preocupa que el Banco de Inglaterra sea menos optimista debido a la ralentización de la actividad de los sectores manufacturero, de la construcción y de los servicios. El descenso del índice PMI del sector servicios del lunes culminó en una trifecta de caídas de los PMI este mes, lo que podría disuadir al banco central de hablar de subida de los tipos, que es su próximo movimiento.
El Reino Unido ha descartado una unión aduanera con la UE, que les mantendría más unidos. Ésta es también una semana importante para el Brexit pues los miembros del gabinete del "Comité de Guerra del Brexit" se reúnen el miércoles y el jueves para discutir este asunto. Aunque el GBP/USD ha encontrado apoyo en más de 1,40, creemos que este nivel se dejará atrás antes de la decisión sobre los tipos del Banco de Inglaterra.
El euro cerró la jornada a la baja frente al dólar pero sigue rondando el nivel de 1,24. Los últimos informes económicos de la eurozona han sido dispares. Las cifras sobre los PMI del sector servicios y de la construcción se revisaron, debido a las mejoras en Alemania pero las ventas minoristas disminuyeron más de lo previsto hacia finales de año.
Las declaraciones de Draghi, presidente del BCE, tampoco tuvieron un impacto significativo sobre la moneda pues el dirigente del banco central simplemente afirmó "aunque podríamos tener más confianza en la trayectoria de la inflación, la paciencia y la perseverancia con respecto a la política monetaria sigue siendo una garantía”.
Esta semana va menos del euro que de otras monedas importantes, pero su tranquila fortaleza debería persistir particularmente frente a la libra y a las divisas vinculadas a las materias primas. El EUR/USD debería ampliar sus pérdidas. Los pedidos industriales se publican el martes y se espera un repunte tras la caída del mes anterior.