Editorial
La semana estuvo dominada por las repercusiones en los mercados financieros globales de los comentarios del presidente de la Fed, Jerome Powell, ante el congreso estadounidense que apuntaron a una política monetaria más agresiva, debido a cifras económicas en EUA más fuertes de lo esperado. En este sentido, los datos del mercado laboral estadounidense publicados recientemente corroboran este panorama planteado por Powell, al superar las expectativas. Lo anterior provocó ajustes en las apuestas sobre los futuros de la tasa de interés de la Fed, dándole por momentos mayor probabilidad a un incremento de 50pbs, en lugar de 25pbs, para la reunión de política monetaria de marzo próximo. Después el tema que concentró la atención fueron las dudas con relación a los bancos comerciales en EUA y su posible riesgo sistémico después de las caídas abruptas en las acciones de Silicon Valley Bank, con la posibilidad de que pueda haber una bancarrota. En México, lo más relevante fue la esperada moderación en la cifra de inflación al consumidor de febrero.
El presidente de la Fed aseguró, durante su comparecencia ante el congreso estadounidense, que el nivel final de las tasas de interés probablemente será "más alto de lo esperado" y que podrían aumentar el ritmo de subida de tasas, esto como consecuencia de unos últimos datos que muestran un mercado laboral muy ajustado y una inflación que desciende a un ritmo inferior al previsto.
Sobre este segundo punto, Powell comentó también que no se ha tomado ninguna decisión sobre la magnitud del alza de tasas de interés que se anunciaría durante la reunión de marzo. Esto dependerá de cómo salga el indicador clave de inflación. El problema es que este dato se conocerá después del periodo de “silencio” que deben guardar los funcionarios de la Fed previo a su cónclave del 22 de marzo, por lo que la especulación y volatilidad podrían incrementarse.
A raíz de estas declaraciones, los operadores reajustaron sus apuestas sobre los futuros pasos del banco central estadounidense. El mercado de futuros por momentos dio una probabilidad de casi el 75% a que la Fed opte por aumentar sus tasas de referencia en 50 puntos base en su reunión de finales de marzo, cuando antes de la comparecencia tenía mayor probabilidad un incremento de 25pbs.
Al mismo tiempo, el mercado tiene la postura de que la tasa terminal se ubicaría en 5.75%, en lugar del 5.50% previo, y crecen las voces de que podría alcanzarse (o superar) el 6.0%.
Hasta el momento, las cifras económicas no están ayudando a enfriar las apuestas de un escenario más restrictivo. El mercado laboral sigue sólido, lejos del enfriamiento que busca la Fed, así lo demostró el informe oficial de empleo estadounidense de febrero, el indicador de empleo privado de ADP y los datos de la encuesta JOLTS, todos publicados la semana pasada. El único indicador que logró nivelar las apuestas sobre la magnitud del alza fue el rubro de salarios, que en términos mensuales y anuales aumentó menos de lo pronosticado. Este dato podría ayudar a reducir posibles presiones inflacionarias futuras.
Otra duda que vuelve a pesar en gran parte de los operadores ahora es si la Fed va a poder evitar la entrada en recesión a mediano plazo o si, por el contrario, buscan un escenario recesivo como fórmula para lograr vencer a la alta inflación. En los próximos meses esta preocupación será la que determine el comportamiento de los distintos mercados financieros: divisas, bonos y acciones.
A pesar de todo ello, los inversionistas parecen adaptarse rápidamente al nuevo escenario base más alcista durante más tiempo, esto con relación a los niveles de tasas de interés.
También fue noticia Silicon Valley Bank, después de anunciar por sorpresa el intento de ampliación de capital de alrededor de 2,000 millones de dólares tras vender con pérdidas significativas parte de su cartera, que incluye bonos del Tesoro estadounidense y valores respaldados por hipotecas, y con ello hacer frente a la fuerte salida de depósitos de sus clientes. El riesgo latente es que pueda entrar en bancarrota pronto. La gran pregunta que surgió entre los inversionistas fue si esto provocaría un efecto contagio de caídas continuas en todo el sistema financiero estadounidense y a su vez, global.
En este sentido, uno de los principales riesgos para el sector está en la cartera de bonos que mantienen los bancos estadounidenses. Aunque si los bancos no se ven forzados a liquidar sus bonos antes de vencimiento, esta circunstancia no afectaría a su solvencia.
Lo más probable es que el riesgo de contagio al sector bancario sea remoto, por lo que lo sucedido en EUA con SVB sería un acontecimiento puntual. Sin embargo, los activos financieros seguirán afectados hasta comprobar que los problemas del SVB se limitan al propio SVB.
En México, la inflación en febrero se moderó más de lo anticipado, aunque se mantienen en niveles muy altos y todavía alejados de los objetivos de la autoridad monetaria mexicana. Aunque consideramos que sería más efectivo continuar con incrementos de 50pbs, consideramos que con estas cifras Banxico justificaría una mesura en el ritmo de las alzas en su tasa de interés de fondeo a 25pbs, aunque la decisión final también dependerá de lo que termine anunciando la Fed.
El peso mexicano estuvo errático, muy influido por el testimonio del presidente de la Fed, Jerome Powell y las cifras económicas en EUA. Al final de la semana se presionó por momentos cerca de 70 centavos, por la situación de SVB, toma de utilidades y especulación sobre a donde podría moverse el diferencial de tasas de interés entre México y EUA. A pesar de esta depreciación semanal, se encuentra todavía como una de las monedas entre economías emergentes con mejor desempeño frente al dólar en 2023.
Principales referencias económicas y eventos de la semana
Las principales referencias económicas y financieras serán la cifra de inflación en EUA correspondiente al mes de febrero, así como todo alrededor de la quiebra de Silicon Valley Bank.
Adicionalmente, en EUA se publicará de febrero: precios al productor, ventas al menudeo, inicios de construcción de casas, permisos de construcción, producción industrial e indicador adelantado; de marzo: índice manufacturero de Nueva York (Empire) y sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan; así como el cambio en inventarios de petróleo y solicitudes iniciales de subsidio por desempleo.
En Europa, habrá reunión de política monetaria del banco central europeo, dato de producción industrial de enero e inflación de febrero. En China, producción industrial de febrero. De Japón, producción industrial de enero.
En México, se dará a conocer la producción industrial de enero.
Expectativa para el Tipo de cambio
Debido a la incertidumbre provocada por la quiebra de Silicon Valley Bank, parece que la cifra de inflación en EUA pasa a segundo plano. Los operadores seguirán evaluando la posibilidad de un efecto contagio en los bancos globales, las medidas anunciadas por las autoridades estadounidenses, por lo que el sentimiento de aversión al riesgo se mantendría. Por su parte, después de lo reiterado por Powell la semana pasada, en el sentido de que la magnitud de las alzas de tasas de interés y los niveles máximos a alcanzar dependerán de las cifras económicas en EUA que se publiquen, en el mercado cambiario mexicano seguirá teniendo impacto el último informe de empleo y la cifra de inflación que se dará a conocer a principios de esta semana. Aunque no son elementos para pensar que provocarían un cambio de tendencia en la cotización cambiaria, sí podrían traducirse en episodios de volatilidad. Además, se reúne el Banco Central Europeo y todo parece indica que anunciará un alza de 50pbs en sus tasas de interés de referencias. Dado lo anterior, durante la semana la moneda mexicana podría fluctuar entre los $17.95 y $19.50 spot.
Expectativa para las Tasas de interés
En el mercado primario, la tasa de Cetes a 28 días podría registrar un retroceso; por su parte, el rendimiento para los bonos de 10 años en el mercado secundario, podría moverse entre 8.90% – 9.25%.