Oportunidad tecnológica: los semiconductores potencian a México

Hace unos días, la Embajada de los Estados Unidos en México y la Cámara Nacional para la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y de Tecnología de la Información (Canieti) presentaron un Plan Maestro Conjunto para el Desarrollo de la Industria de Semiconductores en México para 2024 a 2030, que tiene entre sus objetivos, duplicar las exportaciones y la creación de empleos en este sector de chips, particularmente en el diseño, ensamblaje, empaque y verificación, lo que generaría beneficios por alrededor de 10 mil millones de dólares a México.
 
Actualmente esta industria genera alrededor de 4.9 mil millones al año en exportaciones y emplea a alrededor de 10,000 personas, sin embargo, con este plan, se estima llegar a los 10 mil millones y la creación de hasta 20 mil nuevos puestos de trabajo.
 
Nuestro país es un importante productor de semiconductores a nivel mundial y hoy por hoy manufactura una amplia gama de productos que requieren microchips, incluyendo computadoras, teléfonos móviles y otros dispositivos tecnológicos. Incluso, el desarrollo de esta industria podría expandir el papel de México en la producción de componentes de vehículos eléctricos, reduciendo con esto, la necesidad de importaciones de otras partes del mundo. 
 
Previamente, a mediados de año, México y Estados Unidos anunciaron una alianza para explorar oportunidades para aumentar y diversificar el mercado global de semiconductores (chips) y crear una de las cadenas de valor más importantes a nivel mundial.

En medio del enfriamiento entre Estados Unidos y China, donde el vecino del norte busca depender menos del mercado asiático, el Departamento de Estado informó que se asociará con el gobierno de México en un momento donde nuestro país es considerado como el destino principal para la relocalización empresarial o nearshoring.

Dicha alianza se realizará bajo la tutela del Fondo Internacional de Seguridad Tecnológica e Innovación, creado en 2022 en el marco de la Ley CHIPS firmada por Joe Biden, que, entre otras cosas, asigna importantes recursos (500 mdd divididos en 100 mdd por año durante 5 años, iniciando en 2023) para la investigación y fabricación de semiconductores, así como promover el desarrollo y adopción de redes de telecomunicaciones.

De acuerdo con el comunicado del Departamento de Estado estadounidense, la fase inicial de esta alianza bilateral comprende un análisis y evaluación del ecosistema de semiconductores, el marco regulatorio que lo compone y el escenario relativo a la infraestructura y fuerza laboral.

En el caso de México, esta revisión será efectuada por el gobierno federal, gobiernos estatales, empresas, centros de investigación e instituciones educativas, que servirá como base para futuras iniciativas conjuntas y con ello hacer crecer esta industria.

Una de las fortalezas para el bloque es el Tratado Comercial México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), donde México se ha consolidado como el segundo socio comercial de EUA y es un aliado estratégico para incentivar la llegada y creación de empresas e integrarse a la cadena de suministros de semiconductores, dando mayor transparencia a través de la digitalización.
En el entendido que México es actualmente un destino ideal para la atracción de inversiones ante la reconfiguración de cadenas de suministro globales, entre ellas, de las industrias de alta tecnología como la de semiconductores, nuestro país estaría superando la proveeduría de chips desde Asia, y que se vio interrumpida por la pandemia COVID-19, provocando interrupciones constantes y afectaciones en los fabricantes automotrices, de equipos electrónicos, electrodomésticos, médicos, entre otros.

Para entender el potencial del mercado, en la actualidad alrededor del 80% de la manufactura mundial de semiconductores está concentrado en Asia y en 2022, las ventas globales de chips se aproximaron a los 600,000 millones de dólares y el sector se expanda este año, según datos de Boston Consulting Group y Statista.
 
También se deben considerar los incentivos, que proporcionan dos formas principales de soporte de fabricación de semiconductores: 38.22 mil millones en financiamiento directo a través del Departamento de Comercio y un crédito fiscal del 25% llamado Crédito de Inversión de Fabricación Avanzada.
 
Todo esto ocurre en el marco del anuncio del gigante Foxconn (TW:2354) para construir una gran fábrica de ensamble de “superchips” para la empresa de tecnología estadounidense Nvidia (NASDAQ:NVDA) en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
 
En resumen, es vital que la triple hélice (gobierno, empresas y academia) deben contar con acciones concretas que vayan acorde a las oportunidades tecnológicas y cumplir con la demanda global de microprocesadores que se prevé, aumente 5% en 2030 hasta convertirse en el sector que logre el trillón de dólares al final de la década.