El elefante en la habitación de las materias primas esta semana será el repunte de dos meses del petróleo, y si se recuperará tras la paliza de la semana pasada.
Tras caer más del 4% en cinco sesiones —una caída de esta magnitud no tenía lugar desde el segundo trimestre—, el (petróleo del WTI) de Nueva York y su homólogo británico el petróleo Brent han suscitado algunos interrogantes en cuanto a su dirección al comenzar otra semana de incertidumbre macro global en los mercados de materias primas.
Aunque el petróleo ha abierto la semana al alza en Asia, impulsado por las tensiones geopolíticas relacionadas con la desaparición de un prominente periodista saudí, el avance ha sido limitado a causa de las preocupaciones en torno a las previsiones a largo plazo, según han indicado los traders
Sin duda, hay algunas preocupaciones en torno a las reservas de petróleo que deberían impulsar los precios, principalmente las sanciones de Estados Unidos contra las exportaciones de crudo iraní que, en su punto más alto registrado en mayo en 2,71 millones de barriles al día, equivalían a casi el 3% del suministro global diario.
Aparte de Irán —el tercer mayor exportador de petróleo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)— el suministro de otros países de la OPEP como Irak, Libia y Venezuela también está en riesgo.
La aversión al riesgo lastra el optimismo en torno al petróleo
Pero esas preocupaciones también se han sido compensadas en parte por el convencimiento de algunos participantes del mercado de que, durante el año pasado, los precios han subido más que correctamente para compensar cualquier ajuste del suministro. Incluso tras la caída de la semana pasada, el WTI y el Brent siguen habiendo subido aproximadamente un 40% desde hace un año. Y las reservas de crudo de Estados Unidos se han disparado, mientras que organismos como la OPEC y la Organización de control de Occidente, la AIE, han advertido de un exceso de petróleo en lugar de un ajuste de cara al año que viene, si las preocupaciones económicas abruman a los consumidores.
Si a esto añadimos el telón de fondo de la caída bursátil, el aumento del rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense y los planes de la Reserva Federal de seguir subiendo los tipos de interés hasta 2020, la motivación para la aversión al riesgo no podría ser mayor.
Dominick Chirichella, del Instituto de Gestión de la Energía de Nueva York dijo:
"El movimiento al alza de los precios que comenzó a mediados de agosto vino impulsado por la certeza de que la entrada en vigor de las sanciones de Estados Unidos sobre el petróleo de Irán se traduciría en un ajuste del mercado del petróleo a escala mundial".
"Sin embargo, la opinión está cambiando”.
Hay muchas cosas en la agenda de esta semana que los inversores reacios al riesgo deberían tener en cuenta.
Las cifras de ventas minoristas de septiembre de Estados Unidos se publican este lunes, seguidas de las actas de la última reunión de política monetaria de la Fed el miércoles y el PIB del 3T de China el viernes. Líderes de la UE se reunirán en Bruselas del miércoles al viernes para discutir el bloqueo del presupuesto de Italia.
El oro podría subir hacia los 1.250 dólares
El repunte del oro por encima del nivel de 1.210 dólares —nivel de resistencia clave hasta la semana pasada— encamina al metal precioso hacia los muy esperados máximos de 1.250 dólares, según han dicho los analistas.
Tanto los precios del oro al contado como los de los futuros del lingote se han disparado un 3% el 11 de octubre, registrando máximos de tres meses en 1.229,90 dólares por onza, pues la ralentización del crecimiento a escala mundial y las tensiones comerciales han empujado a los inversores hacia activos considerados refugio seguro.
La subida de más de 34 dólares en esa sesión fue la mayor subida intradía desde junio de 2016 y podría afectar considerablemente a la postura de los gestores de fondos y otros especuladores en los futuros de oro que se negocian en el Comex de Nueva York. En una lectura semanal del 10 de octubre, un día antes del repunte, esos traders habían empujado el oro del Comex hasta introducirlo en territorio aún más bajista, aumentando sus posiciones cortas netas en un 75% hasta 38.175 contratos.
Pero igual de importante que las posiciones de los especuladores, son las de los traders del oro comercial que compran y venden para fines empresariales. Esta circunscripción duplicó sus participaciones en el oro del Comex hasta 25.866 contratos durante la semana que concluía este 10 de octubre. Y eso parece ganar fuelle tras la reunión del 11 de octubre. Las posiciones de los traders comerciales reflejan la demanda estacional de oro, especialmente en la India, donde la acumulación de bodas y fiestas religiosas varias celebradas a finales de año y bodas impulsan el uso del metal precioso para fines ornamentales y auspiciosos.
Compras internacionales y comerciales aparte, quedándonos en lo nacional, los futuros de oro de Estados Unidos podrían dispararse ante cualquier muestra de apoyo o una rotunda victoria de los demócratas en las elecciones de mitad de mandato que se celebran en noviembre, según afirma Walter Pehowich, vicepresidente ejecutivo de Dillon Gage Metals en Addison, Texas. Y añade: "Si hay sorpresas, el mercado de valores podría encajarlo bien", enviando al oro hacia su siguiente nivel de resistencia.