- En febrero la inflación fue de 7.62% anual vs 7.91% previo y 7.68% estimado.
- La inflación subyacente fue de 8.29% anual, siguen presionando los servicios.
- Mensualmente el avance fue 0.56% y es menor a lo visto en 2021 y 2022.
Con suerte, la inflación bajará de 7.00% en marzo
Hoy el INEGI publicó las estadísticas de inflación correspondientes a febrero, el resultado fue de 0.56% mensual y 7.62% anual, que constituyen sorpresas bajistas frente a los pronósticos de 0.61% y 7.68% que tenía el consenso. Aunque la desviación no parece muy significativa, este es de los mejores resultados que se han presentado recientemente, sobre todo si nos enfocamos en el comportamiento de las últimas 2 semanas, que es la pieza de información novedosa. En esta frecuencia, tanto la inflación general como la subyacente fueron de 0.16%, lo que en ambos casos implica un rompimiento con la tendencia de variaciones históricamente elevadas y en su lugar las posiciona en el rango inferior de lo observado en los últimos 10 años. De esta manera, aunque las tasas anuales están todavía muy alejadas del objetivo, la dinámica de febrero parece dar algunos indicios de que, con las reservas que señalamos en nuestra nota de la primera quincena, la postura de la política monetaria empieza a ejercer su efecto.
Mensualmente el avance fue 0.56% y es menor a lo visto en 2021 y 2022
Volviendo a los datos de todo el mes, la inflación de febrero fue de 0.56% y es la más baja de los últimos 2 años (0.63% en 2021 y 0.83% en 2022). Al considerar el tono similar en los resultados de enero, ello supone un punto de partida más alentador, pues hasta ahora el camino está libre de los shocks -guerra en Ucrania, crisis en las cadenas globales de valor- que ocasionaran que el avance de los precios se disparara en meses pasados. No obstante, permanecen las presiones más fundamentales, de origen doméstico y vinculadas a la demanda, que en 2023 constituyen el reto principal para la política monetaria. Tal es el caso, por ejemplo, de los servicios, que han estado en el ojo de Banco de México recientemente y en febrero presentaron su mayor incremento (0.56% mensual) de los últimos 10 años.
¿Qué esperar?
Los resultados de febrero son positivos, pero ello no significa que se haya logrado la victoria en el combate a la inflación. El camino es largo y la prueba de fuego vendrá en los próximos meses, cuando debamos evaluar si más allá de la ausencia de grandes disrupciones, las condiciones en la economía avalan un escenario de estabilidad de precios. De momento, los riesgos permanecen fijos en el horizonte, pues la resiliencia de la demanda sigue siendo amplia y los incrementos salariales, cuantiosos. Precisamente los servicios, son los que mejor responden a cambios en estos factores y los niveles en los que se ubicaron en febrero aconsejan cautela. De momento, esperamos que la inflación siga bajando y que, con un golpe de suerte, pueda bajar de 7.00% en marzo, pero todavía creemos que se ubicará arriba de 5.00% al cierre de año.