El peso mexicano mantiene su comportamiento positivo de ayer, apreciándose por momentos por debajo de $19.90 spot. Tres elementos contribuyen a las ganancias de la moneda: un dato de inflación en EUA que se mantuvo en niveles altos en julio, pero mostró cierta moderación respecto a los meses anteriores; la aprobación en el Senado estadounidense del plan de infraestructuras que promueve la Administración Biden y; la expectativa de que Banco de México suba hoy su tasa de fondeo (1pm).
El primer elemento es el que ha tenido el mayor impacto. Después del dato de ayer, la interpretación que hacen los operadores es que la presión alcista de los precios que se ha observado durante la mayor parte de este año puede comenzar por fin a estabilizarse.
Así, la cifra respalda la creencia de la FED de que las altas presiones de los precios son "transitorias" mientras la economía se recupera de la recesión provocada por la pandemia. En términos prácticos, aleja la posibilidad de una sobrerreacción de la FED retirando estímulos monetarios antes de lo previsto.
Por su parte, con las lecturas actuales de inflación en nuestro país, es muy probable que en su reunión de hoy Banco de México vuelva a subir su tasa de fondeo en 25 puntos base (pbs). Aunque ese es el escenario base, no se puede descartar alguna sorpresa por parte de la autoridad, principalmente en la magnitud del incremento (50pbs en lugar de los 25pbs).
También hoy, los inversionistas asimilan las cifras en EUA de solicitudes iniciales de desempleo, las cuales retrocedieron un poco en línea con lo pronosticado (a 375 mil), así como los precios al productor de julio, indicador que superó las expectativas (+1.0%).
Por último, el mercado cambiario mexicano se mantiene inmune (hoy) al avance de la variante Delta del coronavirus, que está provocando un aumento de las restricciones, sobre todo en Asia. Con ello, por el resto del día, el tipo de cambio podría fluctuar entre los $19.82 y $20.0 spot (el euro entre $1.171 y $1.177).
Las principales bolsas en el mundo operan con ligeras variaciones, la mayoría en terreno positivo, después de los nuevos máximos históricos alcanzados por los mercados de renta variable en EUA.
Los responsables de la política monetaria de Estados Unidos están debatiendo públicamente cómo y cuándo deberían comenzar a recortar las compras masivas de activos lanzadas por la FED el año pasado para estabilizar los mercados financieros y apoyar a la economía durante la pandemia.
La disminución de los temores sobre la inflación reduce un poco la presión para reducir esas compras de activos, después de que las fuertes cifras de empleo de la semana pasada habían dado munición a integrantes del comité de la FED proclives a reducir estímulos.
La agenda económica recién aprobada por el Senado estadounidense de los dos paquetes que incluyen 4.1 billones enfrenta un difícil camino en la Cámara de Representantes, ya que la aprobación final de las medidas probablemente coincida con un debate sobre el techo de la deuda el próximo mes.
Para la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, el problema será mantener a todos los demócratas a bordo, ya que solo bastarían un par de deserciones para descarrilar todo el plan.
En materia económica, las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo retrocedieron en 12 mil a 387 mil, en línea con lo pronosticado. El dato se conoce tras las noticias en general positivas del mercado laboral de los últimos días, que incluyen unas nóminas de julio mejores de lo esperado y ofertas de empleo que alcanzaron un récord de más de 10 millones.
Por su parte, los precios al productor aumentaron 1.0% en julio, lo que sigue mostrando las dificultades y posibles presiones en costos que enfrentan las empresas estadounidenses.
En la Eurozona, la producción industrial de junio disminuyó 0.3% a tasa mensual, después de haber caído en mayo un 1.1%. En comparación anual, la actividad aumentó 9.7%.
El precio internacional del petróleo se mantiene estable, con la referencia WTI manteniéndose cerca de los 69 dólares por barril. El Gobierno estadounidense aclaró ayer que su petición a la OPEP+ de incrementar la producción de crudo no buscaba "una respuesta inmediata", sino obtener "un compromiso a largo plazo" para que el mercado sea competitivo.
Con relación a la pandemia, la variante delta del coronavirus sigue causando problemas en Asia, con China que cerró parcialmente el tercer puerto más transitado del mundo tras detectarse un caso. Australia se enfrenta a la peor crisis hasta ahora durante la pandemia, y en Japón la propagación en Tokio está fuera de control.