Las instituciones financieras (IFs) de la región podrían estar perdiendo millones de dólares por no priorizar el mercado femenino, esto lo señala el estudio de BID Invest "Mujeres Empresarias en Ascenso”, que habla sobre el potencial de la mujer en el sector bancario en América Latina y el Caribe, y lo que significa para el sector. El reporte incluye datos de más de 240 instituciones en 13 países de la región y resalta las ventajas que tienen las instituciones financieras que priorizan el mercado de las mujeres.
Descuidar este mercado tiene un costo de oportunidad. En cinco años más, las mujeres podrían controlar el 75% del gasto discrecional en todo el mundo.
El estudio resalta que las instituciones financieras que realmente están llegando al mercado de las mujeres tienen en común varias características: una perspectiva de género integrada en el desarrollo de productos, una plataforma en línea eficiente y fácil de usar, procesos crediticios que tienen en cuenta el género, una puntuación crediticia alternativa, tipos de interés ajustados, iniciativas de venta cruzada específicas y servicios no financieros, entre otros. La clave está en diseñar enfoques centrados en la mujer.
Las mujeres poseen casi una cuarta parte de las empresas emprendedoras y de las pequeñas y medianas empresas de la región, lo que las convierte en un segmento comercial lleno de potencial, con un importante poder adquisitivo colectivo y perspectivas de crecimiento importantes.
La mayoría de las IFs encuestadas consideran que el mercado de la mujer es un segmento de clientes relevante. Alrededor de un tercio de los bancos (32%), las fintechs (30%), los bancos de desarrollo (33%) y las cooperativas (38%) afirman que hoy en día las mujeres son esenciales en su estrategia, mientras que el 71 % de las instituciones microfinancieras (cuyos clientes son principalmente mujeres) indican que ellas son fundamentales para su estrategia. Asimismo, una parte significativa de las IFs indica que tiene planes de desarrollar una estrategia para el mercado de la mujer: 43% de los bancos, 37% de las fintechs, 18% de las instituciones microfinancieras, 44% de los bancos de desarrollo y 38% de las cooperativas. No obstante, existe aún margen para seguir avanzando: el 22% de los bancos y el 30% de las fintechs de los países encuestados indican que ni siquiera se han planteado una estrategia para el mercado de la mujer.
Las oportunidades de ingresos para las instituciones financieras en el mercado mexicano de la mujer son significativas con un total de 1.870 millones de dólares si se considera a los segmentos no bancarizados y sub-atendidos. El mayor potencial lo ofrece el segmento de renta media-baja. Si bien representa solo al 18% de la población femenina, estas mujeres con ingresos mensuales de hasta 420 dólares suponen una oportunidad de 720 millones de dólares para el sector. Las que están en el tramo de ingresos más bajos, que incluye a casi tres cuartos de las mujeres de México, ganan unos 64 dólares o menos al mes, y suponen una oportunidad de 618 millones de dólares para el rubro.
México ha luchado durante mucho tiempo contra un alto nivel de exclusión financiera general. Si bien esta situación ha mejorado un poco en la última década, según el BID Invest todavía solo la mitad de los mexicanos en edad adulta tienen su propia cuenta bancaria, y siete millones de personas (el 6% de la población) viven a más de seis kilómetros del banco o cajero automático más cercano. En el caso de las mujeres, el nivel de exclusión es aún mayor: 57% de las mexicanas no están bancarizadas.