El Índice Merval cerró la jornada del viernes con una variación negativa del 1,4% alcanzando los 11.826 puntos básicos, acumulando en el año una variación de 1,3% en moneda nacional y -6,73% en dólares (Utilizando el CCL).
Durante esta semana nuestro índice cumplió el objetivo más importante que tenía a corto plazo, superar la media móvil de 200 ruedas. Eso significa que la tendencia bajista de corto plazo terminó y que ahora hemos vuelto a la tendencia alcista de fondo.
Hasta el miércoles pasado, cada suba era una corrección alcista dentro de una tendencia bajista de corto plazo, pero a partir del jueves pasado, cada baja es una corrección y cada suba es un avance en la dirección de la tendencia de fondo.
Más abajo, cuando analice detenidamente al merval, veremos un gráfico del índice a largo plazo que no deja lugar a dudas: Todos los que asustan a los inversores diciéndoles que el Merval se cae y que los mercados están en crisis, simplemente no están mirando los gráficos, que son los que tienen la verdad del mercado, todo lo demás, son opiniones.
Nuestra curva de bonos en dólares se está estabilizando y continúa yendo por el camino a transformarse en una curva de bonos más normal. Las tasas de largo plazo se han estabilizado en torno al 7,5% de rendimiento mientras las tasas de corto plazo han subido para ubicarse arriba del 6%.
El arreglo con los holdouts debería hacer caer las tasas pero en una proporción similar en todos los horizontes temporales, así que aprovechemos este momento para posicionarnos ya que es muy probable que pronto las veamos caer aún más, incluso por debajo del 7%.
Cuando el gobierno tenga la posibilidad de volver a emitir deuda en dólares, gracias al acuerdo con los holdouts, tengamos la seguridad de que efectivamente lo hará, para de esa manera financiar con deuda el enorme déficit fiscal que hereda del gobierno anterior y evitar así el financiamiento a través de la emisión monetaria, que dispararía la inflación y desgastaría mucho en términos políticos a este reciente gobierno.