Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Ésta es una semana ajetreada en los mercados financieros. Habrá tres anuncios de política monetaria de bancos centrales así como informes de inflación, empleo y gasto de los consumidores que se publicarán en todos los rincones del mundo. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, también ofrecerá su comparecencia semestral sobre la economía y la política monetaria.
Con estos grandes eventos de riesgos en la agenda de hoy, no faltarán oportunidades de movimiento en el mercado. La cosa se calienta este martes con la publicación de los precios al consumo de Estados Unidos. No se han publicado informes económicos relevantes este lunes.
Aun así, el S&P 500 y el Nasdaq registraron nuevos máximos históricos, mientras que el dólar estadounidense ganó posiciones con respecto a las demás monedas principales. Esta acción del precio nos dice que los inversores esperan buenos datos de Estados Unidos y optimismo por parte de Powell. La estabilidad del rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense sugiere que a los inversores no les preocupan las declaraciones excesivamente agresivas.
El informe de precios al consumo de este martes debería confirmar que la inflación está en aumento, pero la normalidad en otros informes económicos recientes reduce la urgencia de actuar. Podría haber más menciones a la expansión cuantitativa por parte de Powell esta semana, pero más como una idea exploratoria y no como un cambio inminente y necesario.
El dólar canadiense es mi moneda favorita esta semana porque el de Canadá es el único banco central que podría reducir el estímulo. Aunque la divisa canadiense perdió valor frente al dólar estadounidense este lunes, superó a todas las demás monedas importantes.
Los precios del petróleo descendieron, pero ése no fue un gran problema porque el crudo sigue cerca de máximos de varios años. En cambio, los inversores están apostando por el dólar canadiense antes del anuncio de política monetaria del Banco de Canadá, que fue el primer banco central importante en reducir las compras de activos y se habla de que podrían tomar más medidas el miércoles.
La actividad manufacturera mejoró, el crecimiento del empleo fue muy fuerte el mes pasado, las tasas de vacunación están aumentando y las restricciones se están relajando. Estos acontecimientos positivos fortalecerán los argumentos del banco central a favor de la normalización de la política monetaria, pero en muchos sentidos, el Banco de Canadá ya señaló de antemano sus intenciones menos prudentes.
En la última encuesta trimestral de previsiones empresariales del banco central, informaron de que muchos se están preparando para una explosión de la demanda que validaría cualquier ajuste agresivo.
También se espera que el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda fije las bases para otro ajuste, pero el dólar neozelandés no ha observado el mismo grado de demanda que el dólar canadiense. Parte de eso puede deberse a un menor gasto en tarjetas y a la presión temprana que se ejerce sobre el mercado.
Cuando las acciones entraron en territorio positivo, el dólar neozelandés se apartó de mínimos. Nueva Zelanda ha capeado la pandemia mucho mejor que muchos otros países, pero con el aumento de los casos de COVID-19 en la vecina Australia y los confinamientos en todo el país, el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda podría creer prematuro hablar de un ajuste.
La semana pasada, varios bancos locales pronosticaron una subida de los tipos en noviembre. La junta directiva en la sombra está dividida uniformemente en cuanto al ajuste. Hay pocas dudas de que el Banco de la Reserva será uno de los primeros en subir los tipos de interés, lo que debería ampliar el avance del dólar neozelandés, pero sin impulso por parte de la propia moneda, es menos atractivo que el dólar canadiense.
Las implicaciones negativas del confinamiento de Australia y la perspectiva de un informe comercial y de un PIB de China más suaves deberían mantener el dólar australiano bajo presión. El euro y la libra esterlina también perdieron valor frente al billete verde.
Unos precios mayoristas de Alemania más suaves justificaron la caída del euro, pero la libra esterlina debería ganar terreno antes de la reapertura completa del Reino Unido la semana que viene. El hecho de que no lo haga puede ser una señal de que a los inversores les preocupa más la variante Delta que al primer ministro británico, Boris Johnson.