Las acciones del laboratorio estadounidense, Moderna Inc., se apreciaron un 4% hasta los USD 74,72 dólares este martes luego de ser incluida en el índice tecnológico Nasdaq Composite.
A partir del 20 de julio, la compañía de biotecnología formará parte de la bolsa con mejores rendimientos en lo que va del año. Desde los mínimos registrados a mediados de marzo, el Nasdaq se revalorizó más de un 60%, mientras que el S&P 500 y el Dow Jones Industrial subieron un 46% y un 45% respectivamente.
La inclusión de Moderna Iinc. en el selectivo tecnológico tiene que ver con el increíble desempeño que ha tenido la empresa en lo que va del año y a la expectativa de los inversores en las posibilidades de que este laboratorio sea el que encuentre la vacuna más efectiva contra el coronavirus.
Desde enero, la firma estadounidense ha aumentado cerca de un 320% de su valor, lo que lo convierte en una de las mejores inversiones del 2020 hasta ahora. A su vez, la capitalización bursátil de la empresa pasó de unos US$6.500 millones hasta la increíble cifra de US$29.000 millones en cuestión de meses.
El director ejecutivo de Moderna Inc., Stephane Bancel, afirmó que los datos sobre la eficacia de su vacuna experimental podrían estar disponibles para noviembre de este año. Dentro de dos semanas, el laboratorio pondrá en marcha el ensayo final del antídoto con unas 30 mil personas que pertenecen al grupo de riesgo.
En relación a la competencia entre los distintos laboratorios privados para desarrollar la vacuna del COVID-19 antes que el resto, el proyecto de Moderna es uno de los que más avances consiguió. No obstante, Bancel especificó que su vacuna no prioriza evitar el contagio del coronavirus, sino prevenir los síntomas de la enfermedad para que no escalen en los infectados.
A diferencia de las vacunas tradicionales, que inyectan un fragmento del patógeno debilitado para generar una respuesta inmune, el experimento de Moderna utiliza ARN mensajero para lograr que las células produzcan la proteína espiga del COVID-19. De esta manera, el objetivo es producir anticuerpos contra el virus que protejan al individuo cuando este sea expuesto a la enfermedad.