términos nominales (Banorte-Ixe: 4.5%). La cifra de julio se explicó por un incremento del 4.6% en los salarios del sector privado, mientras que las revisiones de salarios para el sector público resultaron en 4%. De las 582 negociaciones que se llevaron a cabo en julio, 573 pertenecían al sector privado. Sin embargo, éstas incluyeron sólo a 45,370 trabajadores del total de los 237,302 trabajadores que tuvieron una revisión salarial. En este contexto, la mayor parte de los trabajadores pertenecieron al sector público (191,932 trabajadores) como resultado de la revisión salarial para los trabajadores de Pemex.
Destacan las revisiones salariales en el sector comercial, que resultaron en incrementos de 5.4%. En promedio, los salarios en este sector han aumentado 4.2% anual, por debajo del 4.5% observado en el mismo período del año pasado. Excluyendo este sector, las revisiones se encuentran en línea con los incrementos observados en lo que va del año.
En nuestra opinión, el resultado de las negociaciones salariales de julio no constituye un motivo de preocupación en términos de inflación. Seguimos pensando que los aumentos en los salarios contractuales en los últimos 6 meses responden sobre todo a un período de recuperación de la pérdida de productividad durante la crisis económica, y no implican que las empresas perciban mayores presiones inflacionarias en los próximos 12 meses. En este sentido, los salarios reales en México han mostrado un retraso significativo con respecto al ritmo de crecimiento del empleo formal, como se muestra en la gráfica abajo a la izquierda. Adicionalmente, otras medidas de remuneración en la economía se mantienen estables. Así, el salario promedio de los trabajadores actualmente registrado en el IMSS promedió un incremento nominal de sólo 4.2% en los primeros seis meses de 2013.