Las acciones de EEUU cayeron con fuerza en el primer trimestre de 2020, pero lograron cerrar lejos de los mínimos de marzo.
Los principales índices de Wall Street llegaron a caer más de un 30% desde sus máximos, sin embargo un fuerte rebote técnico durante la semana pasada gatillado por cierre de posiciones cortas y compras de oportunidad, llevaron al índice S&P 500 a repuntar cerca de un 17%.
En este momento, el indicador de fuerza relativa RSI en temporalidad semanal comienza a mostrar un aumento en la presión compradora, sin embargo deberíamos tener un par de meses con alta volatilidad y con el índice S&P 500 ajustando por toma de utilidades en la búsqueda de consolidar un nuevo piso técnico de largo plazo antes de retomar la recuperación alcista.