- El Russell 2000 registra su tercer máximo histórico, lo que indica que las operaciones siguen siendo clave
- El Nasdaq cierra la semana menos de medio punto porcentual frente a la lectura de marzo
- El ETF del sector tecnológico alcanza nuevos máximos históricos
- El S&P 500 avanza en el conjunto de la semana, baja el Dow Jones
- El informe de empleo no agrícola, mejor de lo previsto, impulsa el dólar
- El petróleo registra su cota más baja desde principios de abril
¿El vaso medio lleno o medio vacío?
El viernes, tras una semana en la que los principales índices de renta variable de Estados Unidos han revertido de golpe su rumbo en términos intradía, saltando entre las ganancias de un día y las pérdidas del siguiente, impulsado por los temores en torno a una guerra geopolítica y comercial: el Russell 2000 registró su tercer máximo histórico consecutivo, cerrando con un avance del 0,88% en el conjunto de la jornada; el Nasdaq Composite cerró con pérdidas de menos de un punto porcentual frente a los máximos registrados en marzo, un 1,51% en el conjunto de la jornada; el S&P 500 subió un 0,5% en términos semanales, un 1,08% en la última jornada de negociación, mientras el Dow, que cerró la jornada del viernes con un alza del 0,90%, bajó un 0,5% en términos semanales.
También el viernes, el importante informe de empleo no agrícola de mayo, que indicó la creación de 223.000 empleos por parte de la economía, superó holgadamente las expectativas que apuntaban a 188.000.
¿Nos dicen algo las cifras sobre cuál puede ser la trayectoria de las acciones de Estados Unidos la semana que viene, tras los resultados turbulentos e irregulares de la semana pasada? ¿Deberían los traders ver el vaso medio lleno por el optimismo de las previsiones semanales del S&P o deberían reconocer que el vaso podría estar medio vacío tras el descenso del Dow en términos semanales?
Aunque la inestabilidad política de Europa, los nuevos aranceles e incluso el informe de empleo inesperadamente positivo han contribuido a zarandear el mercado, creemos que el vaso está medio lleno y que se llena cada vez más.
Aumentan los temores de guerra comercial
En términos de fundamentos, la economía estadounidense sigue avanzando a ritmo constante, como indica el informe de empleo de mayo. Además de la creación de más puestos de trabajo, la tasa de desempleo bajó hasta el 3,8%, superando las expectativas que apuntaban a un 3,9%, mínimos de 18 años. Igualmente optimista, el discreto crecimiento interanual del 2,7% de la remuneración media por horas indica una "economía favorable", una que crece a un ritmo constante y por lo tanto sostenible, permitiendo que la Reserva Federal (Fed) siga subiendo los tipos de interés de forma gradual mientras sigue respaldando el gasto de los hogares.
Por ahora se han disipado las preocupaciones en torno a que la inestabilidad política de Italia se extendería al resto de Europa y más allá, después de que el nuevo Gobierno populista del país jurara el cargo el viernes, poniendo fin al estancamiento que venía obstaculizando la formación de una nueva coalición y que amenazaba la estabilidad de la eurozona y su moneda única.
El mayor temor en cuanto a los fundamentos al comienzo de esta nueva semana sigue siendo la creciente amenaza de una guerra comercial, después de que la Administración Trump implementara algunos de los aranceles anunciados sobre las importaciones de acero y aluminio de la UE, Canadá y México. Una serie de preguntas sin respuesta pero cruciales para los traders (como si la negociación en curso podría poner fin al conflicto y qué tipo de impacto tendría en el crecimiento) probablemente sigan impulsando el ritmo del mercado en adelante.
El hecho de que el Russell 2000 (que incluye a las empresas estadounidenses de menor capitalización) subiera un 1,3% en términos semanales, además de alcanzar máximos históricos tres semanas antes, es una prueba clara de que el comercio y cualquier incertidumbre en torno al mismo son el mayor obstáculo para las acciones. El índice también amplió su repunte por quinta semana consecutiva, al completar un patrón de continuación.
Técnicamente, el S&P 500 ha confirmado su tendencia alcista a largo plazo, al repuntar frente a la consolidación triangular desde finales de enero. Además, el Dow Jones de Industriales no volvió a descender hacia una tendencia bajista. Es más, su descenso del 0,5% en términos semanales sigue debiéndose considerar alcista, teniendo en cuenta que ha frenado un descenso mucho más pronunciado, del 2,00%. El Nasdaq Composite cerró con su segundo avance semanal, completando un patrón alcista.
El Technology Select Sector SPDR (NYSE:XLK), que registra la actividad en el sector tecnológico del S&P 500, tocó techo por primera vez desde marzo, tras completar un repunte al alza de una bandera descendente alcista. ¿Podría la tecnología conducir al mercado a nuevos niveles máximos? ¿O se convertirá esto en una doble reversión al alza?
En base a los últimos repuntes de consolidación, seguimos creyendo que eso supone la primera corrección de dos cifras desde febrero y la reciente actividad de consolidación indican una buena opción de compra en el descenso. Sin embargo, la volatilidad seguirá siendo un factor determinante. Es de esperar que se observen tremendos vaivenes entre ganancias y pérdidas mientras tanto, en respuesta a las idas y venidas de la guerra comercial, el riesgo de los tipos de interés y demás inestabilidad geopolítica.