En el mundo del petróleo, a Arabia Saudí le gusta enorgullecerse de ser el productor de último recurso. Estos últimos años, sin embargo, se ha demostrado que una descripción más apropiada para el reino como productor de crudo seria “perdedor de primer recurso”.
Después de que el dominio mundial de la producción de hidrocarburos y la influencia de la fijación de precios de los barriles pasaran de las Siete Hermanas del Petróleo a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) con el Embargo Árabe de 1973, los saudíes se mantuvieron prácticamente inquebrantables en su opresión de la industria durante 40 años.
Pero los últimos cinco años han dado al reino el papel de gobernante simbólico de una OPEP tan apegada a los deseos de sus súbditos como a su deseo de ser el árbitro final de la producción del grupo.
En el mejor de los casos, la capacidad de Riad para adaptar sus propios ideales de producción/ingresos a los de la OPEP+, una alianza ampliada que ahora incluye a estados no miembros como Rusia, es un gran compromiso.
“Eterno perdedor”, desde el punto de vista de la producción
Desde 2016, el reino ha sacrificado su propia producción en un intento desesperado por mantener los precios del crudo al alza. Mientras Arabia Saudí reducía la producción, otros miembros de la OPEP+, liderados por un astuto Moscú, continuaban produciendo el número de barriles que querían y se produjo una oleada de superproducción de petróleo de esquisto estadounidense, hasta el año pasado, que se sumó al suministro de petróleo. Las medidas de los saudíes han hecho del reino un eterno perdedor.
El consejo de Novak fue cortésmente rechazado, y el ministro ruso se marchó contento aun así, ya que sabía que la subida de precios que iba a ocurrir a expensas del gambito saudí compensaría cualquier compromiso que hiciera sobre los aumentos de producción que quería (demostrando que Moscú siempre ha sido astuto en el trato con los saudíes). El tiempo dio la razón a la familia real Salman y los precios del crudo subieron de poco más de 50 dólares por barril antes de la reunión de la OPEP+ de enero a más de 67 dólares por barril de Brent y más de 63 dólares en el caso del crudo estadounidense.
Ahora, avancemos rápidamente hasta este momento.
Los saudíes no planean zarandear el barco pero los rusos podrían querer más
La opinión popular es que la OPEP+ acordará esta semana un aumento de 500,000 barriles al día a partir de abril que no zarandee el barco en las ya traicioneras aguas de la recuperación.
Pero también se especula que los rusos —que siempre han parecido más ansiosos por desplegar barriles que los saudíes en su frágil cooperación de los últimos cuatro años— querrán un alza de 1,0 millones de barriles al día o incluso más.
Es probable que esa oscilación del mercado les juegue una pala pasada a los saudíes, impidiéndoles de nuevo aumentar significativamente su propia producción con el fin de expandir, si no de defender, su cuota de mercado. A menudo se ha informado de que los saudíes necesitan exportar alrededor de 8,0 millones de barriles al día, a al menos 80 dólares por barril, para mantener su economía.
La "maldición" saudí: reducir la producción o verse condenado
Adam Button, comentarista de los mercados en ForexLive, cree que los saudíes quieren bombear más cuando su actual recorte voluntario de 1,0 millones de barriles al día expire en abril. "Al mismo tiempo, todos ellos tienen que estar contentos con la subida de los precios y no querrán que bajen 6-8 dólares".
John Kilduff, socio del fondo de cobertura de energía de Nueva York Again Capital, dijo que Riad probablemente dará la parte más grande de la división del aumento que se acuerde a los rusos y se quedará con la parte más pequeña, o incluso renunciará a un aumento inmediato hasta mayo, con el espíritu de seguir apoyando al mercado.
Y añade: "No veo qué escapatoria pueden tener los saudíes de esto. Han caído en esta trampa de reducir y perder cuota de mercado perpetuamente frente a los rusos y el resto de miembros de la OPEP+ si quieren seguir respaldando los precios del petróleo. Asumieron la tutela del cártel y ahora tienen que pagar el precio. Es lo que el mercado espera de ellos. Es la maldición saudí, reducir la producción o verse condenados".
Descargo de responsabilidad: Barani Krishnan utiliza una serie de puntos de vista aparte del suyo para aportar diversidad a su análisis de cualquier mercado. Como analista de Investing.com, presenta puntos de vista divergentes y variables del mercado. No tiene participaciones ni mantiene una posición en las materias primas o valores sobre los que escribe.