Editorial
Concluyó la primera mitad del año donde el aumento de la inflación, los movimientos agresivos de los bancos centrales para intentar frenarla y el temor a que todo esto acabe provocando una recesión han marcado un panorama muy complicado para los mercados financieros globales. En este sentido fue relevante las declaraciones de los principales banqueros centrales durante un foro anual de política monetaria, quienes avisaron de que aumentan los riesgos de que el mundo esté cambiando a un régimen de mayor inflación, lo que obliga a realizar ajustes a sus estrategias aplicadas en las últimas dos décadas.
Además, en términos de datos económicos las cifras muestran una moderación en el ritmo de expansión de la industria manufacturera de EUA y la Eurozona, así como retrocesos de la confianza del consumidor. También fue noticia los acuerdos de la OTAN y la decisión de la OPEP+ de mantener sin cambios su aumento en la producción programada para el mes de agosto. En México, lo más relevante fue la cifra del sector externo, las cuales mostraron cierto grado de fortaleza.
El fin de la era de las tasas de interés en niveles cercanos a cero, el estallido de la guerra en Ucrania y los elevados niveles de inflación han sembrado las dudas entre los inversionistas.
El endurecimiento del tono por parte de las instituciones monetarias para controlar los elevados precios no ha ayudado a templar los ánimos y en los últimos días los inversionistas han optado por activos de menor riesgo ante los cada vez más persistentes temores de recesión.
Así, en el marco del cierre del foro anual del Banco Central Europeo en Sintra, el presidente de la Fed y la presidenta del BCE declararon que aumentan los riesgos de que el mundo esté cambiando a un régimen de mayor inflación, lo que obliga a los bancos centrales a realizar ajustes a sus estrategias aplicadas en las últimas dos décadas.
Así, crece poco a poco el número de operadores que creen que las autoridades monetarias serán incapaces de diseñar un "aterrizaje suave", donde las tasas de interés aumentan para frenar la inflación sin empujar a la economía a una recesión.
Por otro lado, China sigue suavizando sus estrictos protocolos contra el Covid-19, debido a la buena evolución de la pandemia, lo que contribuye a reducir un poco las preocupaciones de los inversionistas sobre el crecimiento global. Así lo mostraron las cifras de PMIs del sector manufacturero y servicios en junio, las cuales salieron del territorio de contracción. Sin embargo, este optimismo se ve contenido porque el gigante asiático ha reiterado su estrategia de tolerancia cero contra el coronavirus, por lo que no se descartan nuevos confinamientos.
Mientras tanto, la guerra en Ucrania continúa y contribuye a tensionar la situación, presionando especialmente a las materias primas. El conflicto bélico ha trastocado los planes de los bancos centrales, que esperaban una moderación de los precios a partir del segundo trimestre del año que no se ha producido.
En este sentido, la OTAN ha dado luz verde al Concepto Estratégico de Madrid, la hoja de ruta de la Alianza para la próxima década. En el documento aprobado por los jefes de Estado y Gobierno de la OTAN, la Alianza Atlántica se compromete con la “integridad territorial” de todos los aliados. Además, la organización calificó a Rusia como "amenaza directa" y destacó que "China se esfuerza por subvertir el orden internacional".
Por otro lado, también fue noticia que el Gobierno ruso ha dejado de cumplir las obligaciones de pago de su deuda denominada en moneda extranjera por primera vez en más de un siglo. La noticia sin embargo apenas ha sacudido el mercado financiero, ya que las sanciones internacionales impiden la declaración oficial de impago, al tiempo que Rusia asegura ser capaz de hacer frente a los pagos, retenidos en las cámaras de compensación internacionales.
La OPEP+ se ajustó a su plan y no modificó su intención de aumentar la producción en 648,000 barriles diarios (bpd) en julio y agosto.
En términos de datos económicos, los inversionistas están dando mucha más importancia a los datos que miden la confianza del consumidor y las expectativas de inflación de las familias. Tanto en EUA, como en la Eurozona, las cifras sobre este indicador mostraron caídas fuertes en junio. Los consumidores son cada vez más pesimistas sobre el estado actual de la economía. El continuo deterioro de la confianza de los hogares puede desembocar en un gasto de los consumidores más débil de lo esperado que podría detener la actual expansión. Además, el sector manufacturero redujo su ritmo de crecimiento más de lo esperado en junio, con algunos rubros como el de empleo y nuevos pedidos en terreno de contracción, lo que aumentan las apuestas sobre una posible recesión.
En México, el sector externo se mantuvo fuerte en mayo, con crecimiento en las exportaciones e importaciones superiores al 20%, todavía sin mostrar alguna señal de debilidad y se consolidan como el principal motor para esta primera mitad del año.
El peso mexicano no logró consolidarse por debajo de los $20.0 spot, ante el renovado pesimismo sobre el temor a la inflación y su impacto en el crecimiento económico. La atención seguirá puesta en los indicadores económicos, lo que junto con declaraciones de funcionarios de banqueros centrales definirá el comportamiento de la moneda en el corto plazo.
Principales referencias económicas y eventos de la semana
El informe oficial de empleo en EUA y las minutas de la Fed serán las principales referencias para los mercados financieros globales.
Adicionalmente, en EUA se publicará de mayo: pedidos de fábrica y balanza comercial; de junio: ISM de servicios y cambio en el empleo privado medido por la agencia ADP; así como el cambio en inventarios de petróleo y solicitudes iniciales de subsidio por desempleo.
En Europa, de Alemania, habrá dato de producción industrial de mayo. De China, PMI compuesto y de servicios (Caixin) de junio.
En México, se publican las minutas de la última reunión de política monetaria de Banxico; datos de inversión fija bruta de abril; inflación e índice de confianza del consumidor de junio.
Expectativa para el Tipo de cambio
El riesgo de recesión económica se ha vuelta a instalar entre los operadores. La cifra de empleo en EUA permitirá seguir especulando sobre ello. Cualquier reporte menor a lo esperado, generaría preocupación y por ende, aversión al riesgo, lo que podría traducirse en presión sobre la moneda mexicana y; viceversa. También será relevante la publicación de las minutas de la última reunión de la Fed, donde decidieron aumentar en 75pbs. La atención aquí se enfocaría en la discusión al interior sobre las futuras alzas y la probable magnitud de ellas. En México, lo más relevante será la cifra de inflación de junio, donde se confirmaría el rebote frente al dato de mayo, aumentando las probabilidades de que Banxico vuelva a subir su tasa de fondeo en 75pbs en su reunión de agosto. Dado lo anterior, durante la semana la moneda mexicana podría fluctuar entre los $19.90 y $20.55 spot.
Expectativa para las Tasas de interés
En el mercado primario, la tasa de Cetes a 28 días podría registrar un aumento; por su parte, el rendimiento para los bonos de 10 años en el mercado secundario, podría moverse entre 8.80% – 9.10%.