El superpeso sigue perdiendo fuerza. La estabilidad del peso mexicano sigue enfrentando dificultades, mientras la revaluación se complica, la devaluación avanza y el tipo de cambio vuelve a subir y se acerca nuevamente a los 20 pesos por dólar.
La reciente depreciación del peso mexicano se ha atribuido principalmente a la inestabilidad política provocada por la posible aprobación de una polémica reforma judicial, que para muchos compromete la independencia del poder judicial.
Con el aval de la reforma al Poder Judicial en la Cámara de Diputados y su inminente avance rumbo al Senado para su discusión, parece imparable esta reforma. En lo corrido del año, el peso mexicano ya pierde más del 17% al momento de escribir esta nota.
Para muchos el problema con esta reforma no solo radica en que compromete la independencia del poder judicial, sino que pone en riesgo la relación comercial con Estados Unidos y Canadá.
Recientemente el actual presidente, López Obrador, anunció una “pausa” en la relación diplomática a través de las embajadas de Estados Unidos y Canadá, debido a que considera que ambos países se están entrometiendo en la soberanía de México a causa de sus opiniones sobre la reforma judicial, que propone elegir por voto popular al Poder Judicial.
Si se implementan estas reformas, el futuro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) podría verse comprometido. Este acuerdo, que entró en vigor en 1994, ha sido clave para la economía mexicana y deberá ser revisado en 2026. La falta de un sistema judicial independiente podría dificultar la renovación del tratado, afectando la inversión extranjera y las exportaciones, pilares esenciales del crecimiento económico de México.
En el mercado ya existe gran preocupación, los bancos de inversión globales han empezado a advertir sobre el empeoramiento del entorno empresarial en México debido a la iniciativa del presidente para reformar el Poder Judicial.
Recientemente, el banco de inversión Morgan Stanley (NYSE:MS) rebajó la valoración de las acciones mexicanas, generando nerviosismo entre los inversionistas. El banco comento que su decisión se basaba en parte por temores sobre el resultado de la reforma judicial.
Por su parte, Citibanamex advirtió en una nota publicada este mes que los mercados están subestimando las “graves implicaciones” de las iniciativas de López Obrador.
Pero no sólo la incertidumbre política está moviendo el peso mexicano, según el Banco Central de México, en su último informe trimestral informo que “la actividad económica atraviesa por un periodo de marcada debilidad”, y advierte que las presiones inflacionarias en el país persistirán.
Por ello, Banxico ha revisado a la baja su estimación de crecimiento del PIB para 2024, reduciéndola del 2.4% al 1.5%. Adicionalmente, señalo que la inversión privada muestra un menor dinamismo y podría seguir disminuyendo debido a la incertidumbre tanto interna como externa.
El Banco señaló que un crecimiento económico más lento en Estados Unidos, la incertidumbre causada por procesos electorales globales, diversos conflictos geopolíticos, una reducción en el gasto público y el aumento de la volatilidad en los mercados son algunos de los factores que podrían afectar negativamente el crecimiento del PIB en México.
En contraste, el PIB del país podría aumentar con un incremento del gasto público, una mejora en el desempeño económico de Estados Unidos o un aumento en la inversión derivada de la relocalización de empresas extranjeras.
Con un panorama económico incierto y la posibilidad de una crisis en la relación con sus principales socios comerciales, México enfrenta una encrucijada crítica. Las decisiones que se tomen en el futuro próximo determinarán si el peso logra estabilizarse o si la devaluación será solo el principio de un mayor deterioro económico.
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