¿Por qué el WTI y el petróleo americano tienen un precio tan elevado de repente? Los precios se situaron por debajo de los 63 dólares hace menos de dos meses y esta semana el WTI ha superado los 80 dólares por barril, registrando su cota más alta desde 2014, cuando se produjo el último gran ajuste de precios.
Centrémonos en ese dilema y analicemos con detenimiento qué es lo que realmente está afectando a los precios. Y como veremos, la subida del precio es más una cuestión de confianza y especulación que un reflejo de los fundamentales de la oferta-demanda.
Desmontando el argumento de la oferta y la demanda
Es cierto que la demanda ha aumentado este verano y que las reservas de crudo y gasolina se han reducido. Sin embargo, esta tendencia se está invirtiendo. Según los datos de GasBuddy, la demanda de gasolina descendió en septiembre un 3,35%. Las previsiones indican que los centros económicos del norte de Estados Unidos se enfrentarán a otra ola este invierno.
Además, los niveles de utilización de las refinerías de la semana pasada ascendieron al 89,6%, según la Administración de Información Energética, que también ha anunciado un aumento de gasolina. Estos datos no indican una escasez de suministro en la actualidad ni en un futuro próximo.
Además, la producción del Golfo de México —que se ha visto afectada por el huracán Ida en agosto— se reactivó por completo hace un par de semanas. Era lógico que los problemas provocados por el Ida hicieran subir los precios en agosto y septiembre. Sin embargo, no justifican que los precios suban en octubre.
Las empresas de petróleo de esquisto no están aumentando la producción
Las empresas de petróleo de esquisto han provocado que la confianza del mercado impulse los precios de dos maneras: 1) las grandes empresas de petróleo de esquisto no han vuelto a los niveles de producción anteriores al COVID como el mercado esperaba inicialmente, y 2) los ejecutivos del petróleo de esquisto han dicho recientemente que no es probable que aumenten la producción ni siquiera con precios mucho más elevados.
Antes del COVID, la producción de petróleo de Estados Unidos registró máximos de 13,1 mbpd. Las últimas cifras muestran que la producción ha ascendido a 11,3 mbpd. El mercado esperaba más a estas alturas. Además, las empresas de petróleo de esquisto están dejando muy claro que no tienen intención de aumentar la producción en este entorno comercial, independientemente de las cotas alcanzadas por el WTI. Los impulsores del mercado ven esto como una fuerza para impulsar los precios.
Temor a una escasez de gas natural
Algunos participantes del mercado temen que se produzca una escasez de gas natural en Estados Unidos. Europa ya ha sufrido escasez de gas natural, y la Casa Blanca advierte ahora de que las facturas de calefacción de Estados Unidos este invierno podrían ser más de un 50% más altas. Si se da una escasez de gas natural en Estados Unidos, muchos generadores de gas natural (que producen electricidad) podrían cambiarse al petróleo como combustible. Normalmente, el gas natural puede ser fuente de alrededor del 40% de toda la generación de electricidad de Estados Unidos.
Especulación
La especulación es siempre una fuerza motriz en los mercados de materias primas. Las instituciones y las personas invierten para ver rendimientos monetarios, y ahora mismo el mercado de acciones estadounidense no va bien. Invertir en el mercado del petróleo ha sido mucho más lucrativo estos últimos dos meses.