Muchos inversores han comenzado a rotar sus carteras, ante dos eventos disruptivos que generan optimismo para el futuro.
En primer lugar, la certeza de que Joe Biden será el nuevo presidente de los Estados Unidos. En segundo lugar, la efectividad de la vacuna de Pfizer (NYSE:PFE) como punto de inflexión para terminar con la pandemia y volver a la normalidad.
Esto genera una reacción lógica en los inversores, que es el apetito por el riesgo.
Hoy existe una gran cantidad de activos cotizando a precios muy atractivos. Por ejemplo, las acciones vinculadas a los sectores que han sido castigados por la pandemia, como por ejemplo las compañías petroleras y la industria del turismo (aerolíneas, cruceros y hoteles).
Durante el lunes y el martes, los inversores estuvieron rotando sus carteras, vendiendo acciones tecnológicas (las grandes ganadoras de la pandemia) para posicionarse en estos activos infravalorados en el mercado.
Sin embargo, debemos tener cautela.