Este próximo jueves 24 de septiembre, Banco de México celebra su reunión de política monetaria. A diferencia de los últimos encuentros donde parecía haber un consenso generalizado de recortes en la tasa de fondeo, en esta ocasión la opinión de los analistas e inversionistas permanece dividida.
La razón de esta discordia es el reciente repunte de la inflación al consumidor. La tasa anual se ubicó en agosto pasado a su mayor nivel desde mayo de 2019, ligeramente por arriba del objetivo de Banxico del 4.0%. Incluso, la inflación subyacente, considerada un mejor parámetro para medir la trayectoria de los precios porque elimina productos de alta volatilidad, a pesar del bajo ritmo de crecimiento también se ubica cerca de 4.0%.
Esto provocó que la expectativa de lo que hará este jueves la autoridad monetaria es o de hacer una pausa y dejar sin cambios la tasa de fondeo o reducir el ritmo de bajas y que en lugar de recortarla en 50 puntos, la disminución podría ser de 25 puntos base. Actualmente la tasa objetivo se ubica en 4.50%.
El mismo jueves se dará a conocer la cifra de inflación de la primera quincena de septiembre (6am). Todo parece indicar que seguirá en términos anuales por arriba del 4.0%. Sin embargo, es probable que sea menor a la registrada la quincena anterior, dando muestra de que ésta presión inflacionaria es temporal.
Bajo este supuesto, consideramos que Banxico mostrará cautela en su postura de la política monetaria, sólo para asegurarse que efectivamente la presión inflacionaria es temporal. Banxico ha sido muy cuidadoso de no romper con las expectativas de los agentes económicos en el tema de la inflación.
En CIBanco consideramos que Banxico recortará en 25 puntos base su tasa de fondeo para dejarla en 4.25%. Para fin de año, estimamos que por lo menos pueda haber otra baja y que la tasa de interés se ubicará en 4.0%. Lo anterior porque la tasa actual todavía es de las más altas entre países emergentes, la profundidad de la crisis económica junto con la postura de la FED en EUA de mantener sus tasas en prácticamente 0%, y que las expectativas de inflación de mediano y largo plazo siguen ancladas, amerita mayores bajas en la tasa objetivo.
Después de los repuntes en la inflación durante agosto y seguramente de septiembre, consideramos que los precios volverán a ubicarse dentro del rango objetivo del Banco Central para cerrar el año en 3.70%. Además, conviene recordar que la meta de inflación de Banxico de 3% +/- 1% no implica que todo el tiempo debe ubicarse dentro de ese nivel, sino que los precios tienden a ello.
Por su parte, de acuerdo a la última encuesta que el propio Banxico levanta con los analistas de grupos financieros del país, los estimados promedio de inflación para el corto plazo es de 3.58% y la de mediano plazo 3.48%.
Por otro lado, aunque el impacto de la política monetaria en la economía real es limitado, la junta de gobierno actual de Banxico considera que el nivel de las tasas de interés puede ser determinante para el ritmo de recuperación económica del país. Sin embargo, para este caso la efectividad de las acciones dependerá, en buena medida, del apetito de crédito, el cual suele desplomarse durante las recesiones. En este sentido, más que política monetaria, es la fiscal la que tendría en esta coyuntura mayor impacto. Banxico lo sabe y lo reitera en cada uno de sus comunicados de política monetaria.
Impacto en el tipo de cambio
Cualquier recorte en la tasa de interés por parte de Banxico tendría impacto negativo, pero limitado en el peso mexicano, por cerca de 10 centavos. La razón es que se reduciría un poco más el diferencial de tasas respecto a las de EUA, presionando a los activos denominados en la moneda mexicana, pero el diferencial seguirá siendo atractivo dado que la mayoría de las economías desarrolladas y emergentes tienen tasas cercanas a cero por ciento (incluso algunos países las tienen negativas).
Sin embargo, si el tono del comunicado es interpretado como que Banxico hará una pausa en su política monetaria acomodaticia o incluso si no recorta tasas en esta reunión del jueves, el peso podría reaccionar inicialmente de forma positiva, aunque también de forma marginal.