Durante el discurso sobre el Estado de la Unión del martes, el presidente Trump dio algunas pistas sobre el posible rumbo de la política energética de Estados Unidos en 2020.
Además de las implicaciones de política monetaria, es probable que el mercado petrolero de Estados Unidos se vea influido por algunos de los principales impulsores del mercado. El incierto impacto del coronavirus en los precios del petróleo y los productores estadounidenses sigue siendo una preocupación. Además, la fase uno del acuerdo comercial con China deja persistentes interrogantes sobre la capacidad de Estados Unidos para cumplir las condiciones del acuerdo.
A continuación desentrañamos estos factores fundamentales clave para examinar lo que está por venir en el mercado petrolero de Estados Unidos y la política energética del país:
Producción récord, ¿no se necesitan nuevas iniciativas?
El presidente criticó la producción récord de petróleo de Estados Unidos, actualmente en máximos históricos de unos 13 millones de barriles al día —y afirmó que Estados Unidos no depende de la energía, lo que ha calado en los votantes, pero no es exactamente cierto. Aunque Estados Unidos podría ser el mayor productor de petróleo del mundo ahora mismo, el petróleo es una materia prima global, y algunos activos con sede en Estados Unidos son de propiedad extranjera.
Es de destacar que el discurso del presidente Trump no menciona ninguna nueva iniciativa que su administración haya planeado para impulsar la producción de petróleo de Estados Unidos o estimular la producción de energía de cualquier tipo. En discursos anteriores, el presidente ha hablado de la energía estadounidense de todo tipo (petróleo, gas natural, carbón, nuclear, etc.), así como sus planes para impulsar la producción. El auge del petróleo de esquisto en los últimos años se puede achacar, en parte, a las políticas propicias de la Casa Blanca de Obama y especialmente de la Casa Blanca de Trump.
La omisión de nuevas políticas energéticas en el discurso podría indicar un cambio en la política energética de Estados Unidos —por ejemplo que elevar la producción de energía estadounidense ya no es una prioridad para el presidente Trump.
Tal vez, no se priorizará la implementación de medidas adicionales ya que la producción ya es muy elevada después de que la administración Trump redujera las regulaciones federales para la producción de carbón, petróleo y gas natural.
Los precios bajos podrían cobrar un peaje
En sus previsiones de 2019, la Administración de Información Energética predecía que la producción de petróleo de Estados Unidos seguirá aumentando hasta 2025, ascendiendo hasta poco más de 14,2 millones de barriles al día para después descender ligeramente. Sin embargo, en cinco años podrían cambiar muchas cosas.
Aunque todavía no sabemos el impacto total del coronavirus en la demanda de petróleo, está claro que el crecimiento económico de China para 2020 se verá lastrado por la epidemia y la cuarentena.
Lo que no está claro es cuánto tiempo permanecerán en niveles bajos los precios del petróleo debido a la pausa en la actividad económica que el virus ha provocado. Cualquier período prolongado de precios bajos afectará a los productores de petróleo.
Más compañías de petróleo de esquisto podrían caer en bancarrota si los precios descienden y se mantienen en niveles bajos y esto, a su vez, podría afectar a las cifras de producción de petróleo de Estados Unidos
Infraestructura: Otra preocupación clave
La infraestructura del petróleo y el transporte de Estados Unidos es otro tema a tener en cuenta. Según la primera fase del acuerdo comercial entre Estados Unidos y China, China se ha comprometido a comprar productos energéticos estadounidenses por valor de 52.000 millones de dólares en 2020 y 2021, incluido petróleo crudo, gas natural licuado, carbón y productos refinados.
No está claro que Estados Unidos tenga la suficiente infraestructura de exportación para respaldar compras de China a este nivel. Podría ser necesario que Estados Unidos diera luz verde y priorizara algunas instalaciones de producción y exportación más para poder completar los pedidos que se supone que recibirán.
En conclusión
Por lo poco que el presidente Trump dijo sobre la energía, la conclusión es que el Gobierno está celebrando lo que está sucediendo ahora y puede que no busque mucho más.
Los traders y analistas buscarán respuestas en las declaraciones del secretario de energía Dan Brouillette y de la Casa Blanca para averiguar si pretenden expandir este auge o mantener el statu quo.