Los mercados energéticos vuelven a ser presa de la incertidumbre después de que los miembros del cártel petrolero OPEP+ no consiguieran ponerse de acuerdo sobre un plan para impulsar la producción de crudo. Para los inversores, incluidos los de acciones relacionadas, eso son señales confusas en cuanto a las previsiones para una materia prima tan crucial para la recuperación económica mundial tras una pandemia mortal.
Los precios del crudo han subido casi un 60% este año, impulsados por un aumento de la demanda a medida que las economías se reactivan tras el despliegue de la vacuna. A medida que la demanda se acerca a los niveles previos a la pandemia, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, conocidos colectivamente como OPEP+, fracasaron en su tercer intento de resolver un punto muerto sobre la producción de petróleo después de que Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, dos importantes países exportadores, no lograran superar sus diferencias.
"El resultado es un importante fracaso para el grupo de productores", según un informe de Bloomberg.
"Las relaciones se han agriado entre los dos miembros centrales de la OPEP hasta tal punto que no fue posible ningún compromiso. Esto daña la autoimagen del grupo como administrador responsable del mercado del petróleo, invocando el espectro de la destructiva guerra interna de precios que causó oscilaciones de precios sin precedentes el año pasado".
La incertidumbre en los mercados petroleros presenta un desafío para los inversores de las principales compañías energéticas de Estados Unidos, incluidas Exxon Mobil (NYSE:XOM) y Chevron (NYSE:CVX), que se están recuperando de la caída de los precios del petróleo del año pasado y reparando sus balances.
¿Alcanzará el Brent los 100 dólares?
Si bien no se puede descartar la posibilidad de una guerra de precios dentro de la OPEP si persiste esta disputa, muchos analistas de acciones son cada vez más optimistas sobre sus acciones petroleras favoritas. Creen que los precios del petróleo ganarán más fuerza gracias a al aumento de la demanda así como las limitaciones de suministro, una combinación que es bastante saludable para la rentabilidad de las empresas.
Bank of America (NYSE:BAC), por ejemplo, cree que el Brent podría alcanzar los 100 dólares por barril de aquí al verano de 2022, y la firma no asigna ni una sola calificación de bajo rendimiento a ningunas acciones en todo su universo de cobertura petrolera.
En una nota citada por la CNBC, Evercore (NYSE:EVR) ISI dijo que es alcista en cuanto a las perspectivas para las compañías petroleras. La firma ha elevado recientemente su precio objetivo para todas las acciones de su universo integrado de compañías de exploración y producción de petróleo.
La nota decía: "Tras la mayor parte de los últimos tres años reduciendo costes, la alta calificación de la cartera y el replanteamiento de la propuesta de valor, las empresas de exploración y producción están bien posicionadas para aprovechar la subida del precio de las materias primas a corto plazo".
A pesar de este optimismo, dudamos a la hora de aconsejar a los inversores que aumenten su exposición a las acciones de petróleo después de que la OPEP no haya podido aumentar la producción. En nuestra opinión, es difícil que el cártel deje que el precio del petróleo suba hasta el punto en que comience a perjudicar el crecimiento económico mundial, especialmente cuando las presiones inflacionarias se están acumulando.
Teniendo esto en cuenta, las naciones productoras de petróleo tendrán que enfrentarse a la presión política de Estados Unidos y otras economías importantes por no haber aumentado la producción cuando tienen mucha capacidad disponible. Estados Unidos ha presionado al cártel para que llegue a un acuerdo que permita que la producción aumente, frenando la subida de los precios.
"Los funcionarios de la administración se han comprometido con las capitales relevantes para instar a una solución de compromiso que permita que prosperen los aumentos de producción propuestos", informa Reuters, citado a un portavoz de la Casa Blanca.
En conclusión
El estancamiento de la OPEP+, sin duda, envía una señal alcista para las acciones petroleras en el corto plazo. Sin embargo, no aconsejamos a los inversores que se sumen a su exposición a la energía mientras los mercados sigan en el limbo y exista una posibilidad real de guerras de precios.