La inflación en Estados Unidos volvió a generar incertidumbre sobre la próxima baja en las tasas de interés y los mercados financieros lo reflejaron.
La inflación al consumidor (CPI por sus siglas en inglés) y la subyacente, correspondiente a marzo, resultó una décima más alta que la esperada por el consenso del mercado en ambos casos, tanto en forma mensual como anual, pero en su comparativo con el mes anterior, la inflación general anual subió de 3.15% a 3.48% y la subyacente subió de 3.76% a 3.79% anual.
Para el resto del año esperamos seguir viendo altibajos en los índices de inflación, sobre todo mientras se mantengan arriba los precios del petróleo y de otros commodities.
Lo anterior respondió las dudas que han mostrado las declaraciones de los miembros de la Fed, así como de los últimos comunicados, reduciendo la probabilidad de bajar las tasas hasta septiembre. Según los futuros del CME FedWatch, hay una probabilidad del 45.6% que empiece a bajar la tasa en EU hasta la reunión del 18 de septiembre, otro 20.4% apuesta por una baja a 5.0%, el 31.0% porque se mantenga en 5.5%, y el otro 2.9% espera que baje a 4.75%.
De igual manera, la minuta de la última reunión de la Fed confirma la incertidumbre sobre el proceso desinflacionario.
Con lo anterior, los tres principales índices de Wall Street cerraron el miércoles con pérdidas promedio de 0.96%, quedando por debajo de sus respectivos promedios móviles de un mes. Sin embargo, la caída en los precios puede ser una buena oportunidad para las empresas que presenten buenos resultados del 1er trimestre.
La caída en Wall Street contagió a la Bolsa de México al caer el índice S&P/BMV IPC a 56,636.5 dejando una pérdida de 1.62%, pero todavía quedo por arriba de su media móvil de un mes que está en 56,559.
El tipo de cambio llegó a subir este miércoles hasta $16.52 pero regresó al cierre a $16.44, respetando por ahora el soporte de $16.40. El dólar medido por el índice DXY subió a 105.20 con una apreciación diaria de 1.06%.