- Publica sus resultados del 4T de 2020 el jueves, 21 de enero, tras el cierre del mercado
- Expectativa de Ingresos: 17.450 millones de dólares
- Expectativa de BPA: 1,1 dólares
La presentación de resultados del cuarto trimestre de Intel (NASDAQ:INTC) de mañana no será el típico informe de la compañía. Se publica después de que el fabricante de chips anunciara el nombramiento de un nuevo director ejecutivo para acelerar la restructuración para ofrecer chips nuevos y más rápidos y ante la especulación sobre que la compañía seguirá el ejemplo de competidores más pequeños y externalizará su producción.
Intel destituyó la semana pasada al director ejecutivo Bob Swan y nombró a Pat Gelsinger, el exdirector de VMware. El nombramiento se hará efectivo el 15 de febrero.
Gelsinger, que una vez fuera director tecnológico de Intel, se pondrá al timón del atribulado fabricante de chips, que el año pasado cedió el título de compañía de semiconductores más valiosa de Estados Unidos a su rival NVIDIA (NASDAQ:NVDA).
Esto sucedió después de que Intel no lograra lanzar los chips más avanzados antes que sus rivales, que han subcontratado gran parte de su producción a Taiwan Semiconductor Manufacturing. Estos reveses de producción han ayudado a sus rivales a ganar cuota de mercado, además de castigar a los accionistas de Intel con bastante dureza.
Durante el año pasado, mientras otros fabricantes veían dispararse el precio de sus acciones a medida que se beneficiaban de la creciente demanda, las acciones de Intel apenas se movieron. De hecho, cayeron más de un 3%, mientras que NVIDIA más que duplicaba su valor.
Tras estos errores, Intel está tratando de revertir su curso. La compañía con sede en Santa Clara, California, indicó en noviembre que pronto comunicará a los inversores sobre sus planes de fabricación, ya sea su intención de mantener el título de único fabricante de chips que además los diseña, o de comenzar a externalizar la producción de algunos diseños futuros.
Seis mejoras bursátiles
Mientras que el gigante de los semiconductores lucha por superar su peor crisis en una década, Dan Loeb, de Third Point LLC, un inversor activista que ha adoptado una posición significativa en las acciones de Intel, está instando a la compañía a explorar alternativas estratégicas, incluyendo un posible desmantelamiento del fabricante de chips y la venta de sus activos.
La participación de Loeb y el nombramiento del nuevo director ejecutivo han desencadenado un poderoso repunte de las acciones de Intel durante el último mes, y al menos seis brokers han mejorado la calificación de las acciones desde entonces. Intel subió un 21% durante este período, cerrando ayer en 57,99 dólares.
El analista de Morgan Stanley (NYSE:MS), John Moore, escribió en una nota la semana pasada tras el anuncio del nombramiento de Gelsinger:
"Tras 30 años en Intel, incluido el cargo de director tecnológico, y luego un exitoso período en VMware, aporta una experiencia más relevante a los requisitos únicos del trabajo de Intel que cualquier otro candidato".
Moore mejoró la calificación de las acciones de igual peso a sobreponderadas y elevó su precio objetivo de 60 a 70 dólares en una nota titulada: "No hay solución rápida, pero con Gelsinger, hay luz al final del túnel".
A pesar de este optimismo, estamos de acuerdo: No hay soluciones rápidas para Intel. Incluso si la compañía decide externalizar su negocio de fabricación de chips, tardará un tiempo en ponerse al día. En su último informe de resultados, Intel trató de convencer a los inversores de que había hecho progresos considerables en su proceso de fabricación de 7 nanómetros.
Pero Taiwan Semiconductor Manufacturing ya encabeza esta carrera. Está fabricando chips más avanzados y planea introducir sus chips de 3 nanómetros en la segunda mitad de 2022.
En conclusión
El bajo rendimiento de Intel, en nuestra opinión, ofrece la oportunidad de posicionarse a largo plazo en unas acciones con un gran potencial de recuperación. Estas previsiones han mejorado aún más tras el nombramiento de un nuevo director ejecutivo con una sólida experiencia técnica y la participación de un inversor activista. Estos cambios podrían comenzar el proceso de restructuración que los inversores tanto anhelan.